/p>>El restaurante madrileño Garbo (Plaza del Carmen 4, junto a la Gran Vía) acaba de cumplir cinco años ofreciendo una variada y personal cocina italiana con toques mediterráneos, con cocina ininterrumpida de 9 a 1:00 de la madrugada (hasta las 2:00 viernes y sábados). Ahora, con la llegada del buen tiempo, su terraza es una parada relajante en medio del bullicio de la capital.

El acogedor comedor de Garbo
El acogedor comedor de Garbo

La bodega lacre e iluminada con que Garbo recibe al visitante  nada más cruzar la puerta impacta y presenta una decoración contemporánea, colorista e internacional en sus dos plantas. Los dos cubiertos gigantes colgados en la pared avanzan la gran variedad de platos italiano-mediterráneos que ofrece la carta, tanto para el picoteo en la zona de mesas altas con taburetes, como en el restaurante.
Ensalada-Gina-Lolobrigida---Garbo
La ensalada Gina Lollobrigida

Entre las propuestas destaca el Ouvo tartufo (una cama de patata confitada en aceite de trufa blanca con dos huevos fritos en aceite de oliva y ralladura de trufa); el Polpo grigliato  (tentáculos de pulpo cocido a la parrilla con aceite de ajo y pimentón); la Selezione di calamari o una bueba ración de quesos italianos como Parmigiano o Provolone Pomodoro.
Los amantes de las  las ensaladas están de suerte en Garbo, con ocho tipos de ensaladas diferentes con nombres tan sugerentes como Gina Lollobrigida (mezcla de lechugas, cebolleta francesa al aceto balsámico, foie rallado, uvas pasas, almendras fileteadas y vinagreta de mango); Amore mío (involtinis de salmón ahumado con tomate fresco, parmesano, vinagreta francesa, miel y pétalos) o la Torre de Pisa (milhojas de tomate, berenjenas y ricotta, aderezadas con pesto y albahaca).
Sin embargo, lo que hace realmente especial a este céntrico restaurante madrileño son sus platos de pasta. Pastas caseras elaboradas diariamente en la propia cocina de Garbo y preparadas al momento.
Spaguetti al fruti di mare
Spaguetti al fruti di mare

El repertorio es muy amplio, tanto en su variedad de frescas (spaguettis, rigatone, pappardelle, fettuccini, tallarines, fusillis y gnocchis) como en sus versiones rellenas (Raviolones spinacio, Lunette al foi, Raviolaccia alla castagna) o su excelente lasagna, tanto bolognesa como vegetal.
Aunque cada plato de pasta esté pensado para una salsa específica, el cliente puede elegir entre 12 salsas diferentes, todas caseras, entre las que se destacan por su originalidad y ligereza la salsa Tartufa nera, a base de trufa negra, mantequilla, espárragos trigueros, sal y aceite de trufa, o la salsa Garbo, con ajo, tomate concassé, queso mozzarella y albahaca.
No faltan tampoco tres tipos de risotto, elaborados al momento: Rosso di carabineros (carabineros, salsa de crustáceos y queso parmesano); Milanés & trufa (mantequilla, crema, queso parmesano y trufa laminada) y el risotto Funghi (con hongos famigliola, espárragos trigueros, olio de trufa blanca y queso Parmigiano).
Para aquellos que prefieran carnes y pescados, hay opciones como el Escalope napolitano (ternera empanada con salsa pomodoro y gratinado de queso mozarella) o el Lomo de dorada con gratén de salsa holandesa, acompañados de cinco posibles guarniciones (espinacas salteadas, aros de cebolla, puré de patatas, patatas fritas o ensalada verde).
Merece la pena reservar un hueco para probar sus postres de elaboración propia, como la tarta de manzana que se prepara en el momento y hay que pedir con anticipación; el Brownie, el  Tiramisú italiano al estilo de Garbo, el Panna cotta típico del Piamonte, la Tarta de queso…
Todo bien regado con una completa bodega bien surtida de vinos italianos, españoles y también de Argentina, Francia, Australia, Chile o California.
La tranquila terraza, en la Plaza del Carmen
La tranquila terraza, en la Plaza del Carmen

Y pensando en aquellos que, ya con el buen tiempo, prefieran comer, tomar su aperitivo o disfrutar de su after-work al aire libre, nada como la terraza de Garbo en la Plaza del Carmen: elegante, cómoda y acondicionada con aspersores para los días de más calor.
Todo ello, junto al trato amable y personalizado con que Garbo acoge al cliente, han posicionado a este restaurante en estos 5 años en una opción interesante para disfrutar de la cocina italiana y mediterránea, en el mismísimo corazón de Madrid. El precio medio del cubierto es de 30-35 euros.