La Asociación Nacional de Empresas de Control de Plagas (Anecpla) alerta del riesgo de legionelosis producido por los sistemas de nebulización de agua en bares y terrazas si no se revisan, tal y como establece la normativa. Los establecimientos hosteleros han de estar alerta también en todos los sistemas que impliquen el almacenaje y uso de agua caliente, el medio «favorito» de la bacteria.

Con las altas temperaturas cada vez más terrazas adoptan sistemas de nebulización, que han de revisarse para evitar contaminaciones
Con las altas temperaturas cada vez más terrazas adoptan sistemas de nebulización, que han de revisarse para evitar contaminaciones

La Legionella Pneumophila, extendida en ambientes acuáticos naturales (ríos, lagos o aguas termales…), sobrevive en los espacios húmedos y se ha convertido en un riesgo latente para todos los edificios que posean torres de refrigeración, sistemas de distribución de agua caliente sanitaria, condensadores evaporativos o sistemas con aerosolización o pulverización de agua, considerados como potenciales amplificadores de Legionella y diseminadores de legionelosis.
De hecho, cada año se registran en España una media de 45 brotes de legionelosis, especialmente ante la llegada de las altas temperaturas del verano.  Instalaciones turísticas, hospitales, clínicas, residencias de la tercera edad, balnearios, piscinas, polideportivos, cervecerías, restaurantes o terrazas al aire libre, deben por tanto extremar la precaución.
La directora general de Anecpla, Milagros Fernández de Lezeta, advierte que “en estas fechas, son aún más necesarias las revisiones periódicas, preventivas y correctoras encaminadas a mejorar diversos aspectos como la seguridad, la salubridad e higiene de las instalaciones con riesgo de dispersión de Legionella”.
Instalaciones que posean torres de refrigeración, sistemas de agua caliente sanitaria (ACS), condensadores evaporativos, o equipos de aerosolización, pulverización y nebulización de agua destinados al confort térmico o para la conservación de los alimentos –habituales en fruterías, pescaderías o almacenes vinculados a la industria alimentaria-, deben permanecer especialmente alerta durante la época estival.
“Estos sistemas, desde el punto de vista energético y medioambiental son muy eficientes, pero requieren de un mantenimiento riguroso para que no supongan un riesgo para la salud”, explica la directora de Anecpla.
Atención a los sistemas de pulverización de agua
En los últimos años, el progresivo aumento de las temperaturas ha impulsado además la proliferación de equipos que nebulizan agua en ambientes exteriores destinados al confort térmico, y a la humidificación de los alimentos durante el almacenaje o exposición. Estos equipos, destinados a mejorar el ambiente en lugares con altas temperaturas, son cada vez más habituales en terrazas y restaurantes de verano al aire libre.
En este contexto, las asociaciones empresariales, entre ellas Anecpla, y diversas Consejerías de Sanidad como la madrileña y la andaluza han elaborado un documento dirigido a las empresas del sector para prevenir la Legionella en estos sistemas y evitar así que puedan suponer un riesgo para la salud de la población.

Hay que evitar las condiciones que favorecen la colonización, multiplicación y dispersión de Legionella: temperaturas de 25-45 ºC y especialmente en presencia de suciedad, estancamiento del agua, y acumulación de sustratos o de productos que sirven de alimento

Medidas preventivas
Las medidas preventivas van encaminadas fundamentalmente a evitar aquellas condiciones que favorecen la colonización, multiplicación y dispersión de Legionella: temperaturas adecuadas para su crecimiento (de 25-45 ºC y especialmente en presencia de suciedad), estancamiento del agua, acumulación de sustratos o de productos que sirven de alimento para la bacteria. Además de la limpieza, la desinfección de las fuentes ambientales contaminantes sigue siendo la principal medida de control empleada.
La asociación insiste en el cumplimiento escrupuloso de la legislación por parte de propietarios y usuarios, y reclama un aumento de medidas preventivas y de los programas de mantenimiento durante estos meses, además de un mayor control de las inspecciones por parte de la Administración en aquellas instalaciones con riesgo de dispersión de legionella, y el endurecimiento de las sanciones para, así, evitar posibles brotes.
¿Cómo se transmite la Legionella?
La entrada de la bacteria en nuestro organismo se produce básicamente por inhalación de aerosoles contaminados con Legionella. La Legionella se dispersa en el aire y las gotas de agua que contienen la bacteria pueden permanecer suspendidas en el aire y penetrar por inhalación en los pulmones, contagiando la enfermedad.
Estapuede producir, por un lado, una infección pulmonar («Enfermedad del legionario»), que se caracteriza por neumonía con fiebre alta, y por otro, puede presentarse en forma no neumónica conocida como «Fiebre de Pontiac», que se manifiesta como un síndrome febril agudo.