/p>>El consumo de los turistas extranjeros ha salvado a la hostelería en los meses de verano, mientras que en la demanda nacional se confirma su tendencia a la baja, afirman los responsables de la Federación Española de Hostelería (Fehr). Cataluña, Canarias, Baleares y la Comunidad Valenciana son las Comunidades Autónomas que han salido mejor paradas.

Turistas extranjeros comiendo
Los turistas extranjeros han «salvado» a muchos establecimientos

En declaraciones a Efeagro, el secretario general de la Federación Española de Hostelería y Restauración (FEHR), Emilio Gallego, ha explicado que las previsiones del sector se han cumplido, y ha sido «un buen verano para el turismo internacional«, mientras los viajes de los españoles han vuelto a caer. De hecho, los turistas internacionales han aumentado alrededor de un 3% con respecto al año anterior.
No ocurre lo mismo con los turistas españoles, con viajes y consumo a la baja. «La atonía del consumo español se ha ratificado este verano», ha subrayado Gallego.
Una tendencia preocupante y que, en su opinión, «seguirá en la misma tónica hasta que no se empiecen a dar condiciones objetivas de incremento del empleo y de capacidad de renta disponible de las familias españolas».
Así, de los 37,6 millones de pernoctaciones registradas en España en julio, 12,4 millones corresponden a turistas españoles, frente a un 25,2 contratadas por extranjeros.
Las salidas de los españoles en julio ascendieron a 16,7 millones de viajes, lo que supone una caída del 2,9 % con respecto al año pasado.
Sin embargo, el buen comportamiento de la demanda extranjera, sobre todo procedente de Reino Unido, Alemania o Francia, países emisores tradicionales, y otros como Rusia, «con un crecimiento muy interesante», según Gallego, ha salvado las cuentas de muchos bares y restaurantes.
Cataluña, Canarias, Baleares y la Comunidad Valenciana son las Comunidades Autónomas que mejores resultados han obtenido, aunque «con algunos claroscuros».
Auge del todo incluido
El secretario general de la FEHR también destaca la creciente tendencia de los turistas a optar por el «todo incluido«, un tipo de consumo  «que empobrece los destinos de forma importante».
«España no es un país de todo incluido y hay que seguir trabajando para que el turista nos conozca con la profundidad suficiente para que se mueva, salga del hotel y se fidelice», afirma
Gallego también ha expresado su preocupación por las malas cifras que se han registrado en Madrid, donde el turismo ha caído un 10% este verano, con un gran impacto sobre el sector hostelero.
«Madrid tiene mucha dependencia de las conexiones aéreas, que se han reducido, y también del turismo de negocios y de ferias, que está sufriendo una caída, y esas cifras generan preocupación en el sector«, afirma.
Por ello aboga por la promoción y espera que la candidatura de Madrid a ser sede de los Juegos Olímpicos de 2020 llegue a buen puerto, y que repercuta también en el sector hostelero.