/p>>Atención al vibrante interiorismo del nuevo Ojalá, proyectado por el premiado arquitecto Andrés Jaque. Es el primer chiringuito surfero de la capital y nace como punto de encuentro donde desayunar hasta muy tarde, reponer fuerzas o tomar una copa. En su interior guarda sorpresas como una playa o un jardín suspendido. Y en su oferta, todo un mundo en torno al pan y al brunch en formatos muy divertidos.

Interior de Ojalá
Ojalá es «el proyecto más innovador que hemos hecho hasta ahora», afirma el arquitecto Andrés Jaque

Andrés Jaque define este proyecto como «una playa, o más bien el porche de una casa construida en la misma arena de una playa». El arquitecto, premiado con el León de Plata en la última Bienal de Arquitectura de Venecia, explica que «es el proyecto más innovador que hemos hecho hasta ahora, tanto en materiales como en situaciones. Este es un local único que ofrece sorpresas como un jardín suspendido, un invernadero de varillas de paraguas, una casita-mini-bar, un baño homenaje al Smile de los Beach Boys… Está pensado como un paisaje con vida, que se ha construido con tecnologías que son más propias de las explotaciones agrícolas que de la arquitectura».
En el corazón del madrileño barrio de Malasaña, Ojalá, que forma parte del Grupo La Musa (que ha abierto Musayaka, su primer japonés en Toledo) nació hace diez años como un espacio rompedor, creó tendencia y se convirtió en meca de peregrinación para la modernidad local e internacional. Hoy se revienta con una nueva imagen y una nueva carta, creada por el chef Javier Brichetto.
Al entrar, el visitante verá que la barra ha crecido convirtiéndose en una gran mesa de madera que ocupa casi todo el espacio. En torno a ella se sientan los clientes y trabajan los camareros. Es una gran mesa colectiva, al estilo de las que se estilan en el norte de Europa:
La gran mesa central de madera
La gran mesa de madera domina el espacio e invita a ser compartida

Dominan los tonos aguamarina en paredes y techos, con algunos detalles en naranja fluorescente. Colores frescos para este «chiringuito playero» que contrastan con el color natural de la madera y los coloristas grifos de las bebidas (cerveza, vino, refrescos… y hasta sangría).
Junto a esta zona, en la otra entrada de Ojalá, se ha creado el «invernadero«, un sorprendente espacio que hace las veces de terraza interior o de porche. El jardín (suspendido del techo en unas macetas-lámpara ideadas por el equipo de Jaque) robar protagonismo a las mesas de terrazo in situ diseñadas para Ojalá y a unas sillas de hierro descubiertas en el Rastro de Madrid.
Colores frescos y playeros y muebles con un toque vintage dal alegría al loca
Colores frescos y playeros y muebles con un toque vintage dal alegría al local

Bajando la escalera se llega a la playa. Una playa «auténtica» con casi una tonelada de arena blanca de Almería, que es zona más relajada del nuevo Ojalá, con sofás bajos que invitan a tumbarse, mesas constructivistas y como elemento principal, un bar de madera inspirado en las tradicionales casetas de playa.
La relajada playa de Ojalá, con su arena de verdad y su chiringuito
La relajada playa de Ojalá, con su arena de verdad y su chiringuito

El baño se ha concebido como un homenaje al disco Smile de los Beach Boys. Sobre un techo original hecho a diferentes alturas, preside el espacio un enorme collage de artista realizado a partir de fotos icónicas de los chicos de Hawthorne.
Merecen atención especial las lámparas, diseñadas y fabricadas por el estudio de arquitectos en exclusiva para este espacio. Son diferentes: coloristas, psicodélicas, artesanales…
El original baño, con su techo en desnivel, y las peculiares lámparas
El original baño, con su techo en desnivel dedicado a los Beach Boys, y las peculiares lámparas

Un look muy especial
Además del arquitecto Andrés Jaque y chef Javier Brichetto, hay un equipo de profesionales que han colaborado en el proyecto del nuevo Ojalá. Simone Nicotra, artesano de la maderal y uno de los directores de arte más importantes del país, ha diseñado y tallado cada una de las tablas-bandeja en las que se sirven los platos, con las que pretende «crear sensaciones». Nicotra también ha sido el responsable del diseño de la carta, que refleja el universo del surf, la playa y la diversión.
Desde los uniformes hasta el logotipo, pasando por la estética de la carta, todos los elementos muestran esta esencia del nuevo Ojalá. «Buscaba un look divertido y apetecible, que evocase el glamour de un dandy pero con la inspiración de California, de su costa, de su playa. Pero, sobre todo, de sus Beach Boys, algo completamente trendy y, a la vez, clásico», explica Ángeles Hidalgo, creadora de los uniformes de la casa.
«Con una pajarita hecha a mano a partir de tejidos retro y camisa blanca estilo Oxford he intentado dar el toque de clasicismo y elegancia. Para conseguir el contraste joven y desenfadado, lo he combinado con vaqueros y deportivas. El punto de color lo aporta un delantal de peto a rayas con los tonos que decoran las paredes del local», afirma.
El nuevo logo es obra del diseñador  Jorge López Conde, que lo define como «una O formada por un círculo de semillas abrazadas. Simboliza una representación sensorial de los rasgos asociados a la construcción del pan (el elemento protagonista en esta nueva etapa de Ojalá) y su relación con la sociedad».
Desayunos todo el día
Y es que el pan es el elemento inspirador de la carta del nuevo Ojalá, que ofrece desayunos todo el día y a cualquier hora. Un pan de masa madre, con fermentación lenta y horneado en el propio restaurante. «Buscábamos una cocina informal, creativa y que se pudiera comer con las manos, por eso el pan es uno de los elementos protagonistas de la nueva época», explica Javier Brichetto, asesor gastronómico del restaurante.
Diferentes recetas que se sirven en Ojalá
La tentadora y variada oferta gastronómica de Ojalá gira en torno al pan

La nueva carta es ecléctica e internacional. Durante todo el día se ofrecen completos “brunchs” con huevos de todo tipo: benedictinos, florentinos, parisinos, rancheros… pero también tostadas, tartas o pastelería artesanal para completar la oferta de desayunos, que se sirven hasta las 20.00h. Más allá de esta hora, hay propuestas con nuevos sabores del mundo: bocadillos, sándwiches, tacos, aperitivos, ensaladas, hamburguesas, gazpachos, o wraps, además de tablas para compartir.
A todo ello se suman postres golosos y cócteles, sangrías, originales bebidas sin alcohol (como la manzana verde con jengibre, el agua de Jamaica o el agua de tamarindo)y tés especiales, zumos y batidos.