La patronal Hostelería de España vuelve a mostrar su rechazo al incremento de las restricciones en el sector por el avance de la pandemia y el cierre del interior de los establecimientos que están implantando algunas comunidades. Una situación que afecta no sólo a los establecimientos hosteleros, sino a los proveedores y a la distribución.

Profesionalhoreca, sillas apiladas de un bar

La plataforma Juntos con la Hostelería (formada por Fiab, Aecoc y Hostelería de España) solicita que cese la «estrategia criminalizadora» con medidas restrictivas y que, por el contrario, se trabaje junto al sector en medidas en positivo, como puede ser el pasaporte sanitario que permita la movilidad a las personas vacunadas y se fomente así el turismo seguro.

Para los hosteleros una medida fundamental iría en la línea propuesta por la Comisión Europea, que detalla los grupos prioritarios de vacunación ante el Covid-19. En el apartado de los trabajadores esenciales de sectores no sanitarios incluye a los trabajadores del sector de alimentación, entre los que se encuentran los trabajadores de hostelería y los que se dedican al transporte de alimentos, entre otros.

La patronal hostelera señala que endurecer las limitaciones en hostelería, «puede abocar a encuentros sociales en otros ámbitos incontrolados como las reuniones en espacios privados, que representan el foco principal de contacto, con 15,3% de los casos».

Además, la «culpabilización» del sector no se corresponde con los propios datos del Ministerio de Sanidad, que muestran que las curvas evolución de la pandemia de de las Comunidades Autónomas son similares con medidas muy diferentes. A su juicio la concusión es clara: no hay un patrón en la relación entre las medidas restrictivas en la hostelería y la evolución de datos sanitarios.

La «culpabilización» del sector no se corresponde con los propios datos del Ministerio de Sanidad, que muestran que las curvas evolución de la pandemia de de las Comunidades Autónomas son similares con medidas muy diferentes

Además, a nivel europeo los países con un cierre total de la hostelería están viviendo actualmente una incidencia acumulada en los últimos 14 días mucho mayor que la española. Este es el caso de países como Francia, Bélgica o Alemania, que tienen 545, 438 y 207 respectivamente, frente a los 132 casos en España.

Desde Hostelería de España denuncian que la situación «insostenible» del sector, protagonista de 9 de cada 10 empleos destruidos en el último año, y con más de 100.000 establecimientos que han cerrado definitivamente, «requiere soluciones que protejan el tejido empresarial hostelero con ayudas directas en la línea europea y con propuestas que salven al sector en vez de ahondar en su ruina».

La distribución mayorista, también afectada

No solo los establecimientos hosteleros: sus proveedores y la distribución sufren en carne propia las continuas restricciones al sector y la paralización de la actividad.

El sector de distribución mayorista, representado en Asedas, Asociación de Autoservicios, Distribuidores y Supermercados, calcula que las ventas hacia el canal horeca han descendido en torno al 30 por ciento desde el inicio de la crisis sanitaria. Su actividad se ha visto arrastrada por la caída del turismo que ha mantenido a los hoteles cerrados, el descenso de actividad en comedores de empresa y las restricciones en la restauración.

El servicio que este sector presta a pequeñas cadenas de alimentación sin capacidad para mantener plataformas logísticas, llevando todo tipo de alimentos de manera agrupada hasta las tiendas, ha sido fundamental para mantener su funcionamiento. También la distribución al canal horeca de productos de limpieza y desinfección ha sido otro de los factores que están compensando en cierto modo las pérdidas de la distribución mayorista.

 “Es urgente que las circunstancias derivadas de la crisis sanitaria nos permitan recuperar cuanto antes la actividad turística y la restauración. Hasta entonces, el sector de la distribución alimentaria seguirá adaptándose a las circunstancias haciendo un ejercicio de equilibrio en las pérdidas producidas por el servicio que se presta a estos sectores y el esfuerzo por acercar la alimentación allí donde se incrementa la demanda, pero tras un año de pandemia todos deseamos recuperar la normalidad en el funcionamiento de la economía”, señala Ignacio García Magarzo, director general de Asedas.

Parecida situación viven los alrededor de 3.500 supermercados que operan en zonas turísticas de la costa y de montaña, que se han visto muy afectados por el descenso en la actividad, ya que dan servicio tanto a los turistas como a los trabajadores que se desplazan cada temporada para trabajar en el sector.