Según la Confederación Española de Hoteles y Alojamientos Turísticos (Cehat), en los centros urbanos y zonas turísticas de mayor demanda la proliferación de los pisos turísticos ha significado una caída superior al 25% de la oferta de las viviendas en alquiler, algo que desmienten desde el sector de viviendas vacacionales.
Cehat denuncia los efectos negativos que genera el desarrollo incontrolado de las viviendas vacacionales y urge al Gobierno a intervenir en su legislación.
Según la patronal hotelera, el desarrollo ilimitado de los pisos turísticos «ha provocado una disminución de la oferta del número de hogares y el consiguiente incremento de su precio, que se calcula a nivel mundial en una correlación que apunta que cada 1’8% de aumento de oferta de pisos turísticos, conlleva una subida indirecta del 1% del precio del alquiler tradicional».
Cehat destaca además que en los centros urbanos y destinos turísticos más demandados la proliferación de los pisos turísticos ha dado lugar a una caída superior al 25% de la oferta de las viviendas en alquiler.
La mayoría de las ciudades del mundo, explican los hoteleros, están buscando sistemas para provocar una contención de precios, el aumento de la oferta pública o privada de vivienda y el acceso de los jóvenes al mercado. Además en muchas ciudades europeas y americanas se han tomado medidas de limitación de estas unidades de alojamiento turístico debido al efecto directo en el resto de los hogares de alquiler, explican los hoteleros.
Junto a problemas como la gentrificación, la desnaturalización de los barrios y el éxodo al extrarradio de los habitantes, se suman últimamente los inconvenientes que ocasionan los usuarios de estos alojamientos por la alteración del orden público y el problema del ruido en las fiestas o botellones que allí se realizan, denuncia Cehat.
Tras analizar los principales portales de oferta de corta estancia en alquileres turísticos, la patronal hotelera pone de relieve que actualmente existen más de 300.000 apartamentos registrados ilegales que suman más de un millón de plazas. Algunas aproximaciones sumarían otro millón más sin registrar y con una explotación ilegal.
Asimismo, la Confederación pone de manifiesto que existen datos que indican que más de un 50% de estas viviendas están en manos de un 5% de grandes propietarios profesionales y que, según datos de las asociaciones que representan a las viviendas turísticas, la rentabilidad de una vivienda está en torno al 15% anual, a pesar de los altísimos precios que han alcanzado los alojamientos en el mercado.
“Venimos denunciando desde hace muchos años los efectos perniciosos de la falta de control de las viviendas, ya que no sólo suponen un grave perjuicio a las empresas de alojamiento reglado, como hoteles y apartamentos turísticos, que son las que generan empleo y el pago directo de impuestos y tasas, sino que, al mismo tiempo, están cambiando la fisionomía y la idiosincrasia de nuestras ciudades. Entre estos efectos negativos, destacaríamos la falta de protección al consumidor y el encarecimiento de los inmuebles en los lugares donde se ubican”, denuncia Jorge Marichal, presidente de Cehat.
Por todo ello, la patronal hotelera exige una legislación del Gobierno central «que permita a los gobiernos autonómicos y locales la toma de medidas urgentes y valientes que minimicen los problemas ocasionados».
Los pisos turísticos desmienten las acusaciones
Por su parte, la respuesta de los pisos turísticos no se ha hecho esperar y desmienten las acusaciones de los hoteleros sobre su impacto en la subida del precio del alquiler.
Desde Madrid Aloja, que gestiona casi una de cada cuatro viviendas de uso turístico en Madrid, los pisos turísticos «tienen una leve incidencia en la subida del precio del alquiler ya que solo representan, en el caso de la capital de España, un 0,7% del total de viviendas y en torno a un 4% de las que están en alquiler»,
Frente a afirmación de que se ha producido un desarrollo “ilimitado” de los pisos turísticos, la plataforma recuerda que presentó de manera voluntaria una batería de medidas al Ayuntamiento de Madrid, «proponiendo una regulación justa», entre las que se incluía un censo de viviendas turísticas, con un sistema de plazas limitado para acotar el número de pisos y limitar al 40% las nuevas viviendas turísticas por edificio.
La asociación defiende que los pisos turísticos revitalizan la vida de barrio, activando la hostelería y el comercio de proximidad, y recuerda que, en el caso del Distrito Centro de Madrid, el número de residentes ha crecido en casi 10.000 desde 2015, lo que supone un incremento del 6,7%, según los datos del padrón.
Así mismo, Madrid Aloja recalca que, según la Encuesta de Calidad de Vida y Satisfacción con los Servicios Públicos de la Ciudad de Madrid del Ayuntamiento realizada en 2019, «solo un 3,5% de los ciudadanos reconoce los pisos turísticos como un problema», y señala que el 56% de los propietarios son particulares y un 42% solo posee una casa, «por lo que la mayoría son profesionales de otros sectores que, por circunstancias económicas y/o personales, han hecho del arrendamiento su modo de vida».