La escasez de materias primas que se está dando a nivel global en muchos sectores también está afectando a la industria del equipamiento para hostelería. Félix Martí, director general de la firma textil Resuinsa, explica sus consecuencias y cómo están afrontando esta situación.

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Félix Martí, director general de Resuinsa

Los desequilibrios entre la oferta y la demanda han derivado en una escasez de materias primas esenciales, como el algodón, el plástico, el cobre, el acero o el aluminio, que pone entre las cuerdas a infinidad de empresas industriales europeas. «Lo que está ocurriendo desde hace unos meses es que la falta de disponibilidad de estas materias primas estratégicas, de las que Europa es dependiente, ha llegado acompañada de una fuerte escalada de precios, a la que hay que sumar los problemas de fletes y logística para transportarlas por todo el mundo», explica Félix Martí.

En el caso de la industria textil, el algodón es la materia prima básica. China se encuentra a la cabeza de su producción, seguida de Estados Unidos, India y Pakistán. Cada año se producen 30 millones de toneladas de algodón, pero es el país asiático el que acapara un cuarto de la producción mundial.

«El precio del algodón, como el de cualquier materia prima existente en el mercado bursátil, se fija primero por el cálculo de la diferencia entre la demanda y la producción», explica el director general de Resuinsa. «Es la escasez de este producto lo que hace que su valor aumente, ya que cuanto más fuerte es la demanda en relación a la oferta, más compran este activo los traders, y lo contrario ocurre cuando la oferta es superior a la demanda. Los precios del algodón acumulan una subida importante desde marzo de 2020, siendo su incremento de un 70%».

A todo ello se suma que el transporte marítimo está más caro que nunca: enviar un contenedor ha pasado de costar de 1.000 a 20.000 dólares.

«En enero se hablaba de una crisis en el transporte marítimo de mercancías, pero la realidad de ahora se resume en una palabra: caos«, señala Martí. «La demanda sigue siendo muy alta, y al no haber suficientes contenedores, el precio de moverlos se ha disparado hasta niveles inauditos». También la demanda de productos desde Occidente sigue siendo muy alta, «y la escasez de componentes agrava la situación. Las prisas son tales que el atasco hace seis meses en el Canal de Suez puede quedarse como una simple anécdota ante el desbarajuste logístico que hay actualmente a nivel global», afirma Martí.

¿Qué medidas ha tomado Resuinsa para garantizar el suministro de textiles para hostelería? Su máximo ejecutivo señala que están haciendo «grandes esfuerzos» para mitigar la situación, «optimizando al máximo nuestros procesos, buscando vías de suministro de materias primas alternativas y mejorando nuestra eficiencia. Pero es inevitable que esta situación ha generado un ‘efecto cascada’, ya que la industria está interconectada», explica. Por ello han solicitado a sus clientes que envíen cuanto antes sus previsiones de compra, «lo que les ayudará a tener garantizado el suministro».

¿Hay visos de que la situación mejore? Para Martí volver a reequilibrar la oferta y la demanda no va a ser tarea fácil. Hay medidas urgentes que ayudarían, desde mejorar la logística hasta abordar estrategias de reindustrialización para evitar la gran dependencia de países de fuera de la UE, o la revisión de la política arancelaria de muchos países con respecto a la importación de materias. «Pero por lo que se prevé, por lo menos durante el primer trimestre de 2022, la situación continuará igual», avanza el director de Resuinsa.