El resort, diseñado por CMV Architects, es un complejo hotelero de 100.000 m2 y 720 habitaciones ubicado en primera línea de mar, en Lanzarote. Su diseño se inspira en la naturaleza volcánica de la isla, en la que se integra, incorporando elementos naturales en su arquitectura y paisajismo.
El proyecto arquitectónico del resort Barceló Playa Blanca, obra del estudio internacional CMV Architects, se ha inspirado en las formas, colores y texturas naturales de Lanzarote. La naturaleza volcánica de la isla y su flora autóctona se reflejan en el proyecto paisajístico del hotel.
Ubicado a a orillas del Atlántico en el municipio de Yaiza, en Lanzarote, el resort se expande sobre una superficie de 100.000 m2 en primera línea de mar.

Fotos: Rubén Acosta
La búsqueda del efecto ‘wow’
A fin de crear una experiencia de llegada que celebre la singularidad del lugar, en este proyecto la arquitectura se subordina a la naturaleza, convirtiéndose en un elemento que realza su belleza. Se ha buscado un efecto ‘wow’ genuino, que emana del paisaje y envuelve al huésped desde el primer momento.
Nada más entrar el diseño arquitectónico difumina los límites entre el interior y el exterior. La percepción del océano infinito baña la misma puerta de entrada. El lobby se concibe como un «jameo» (cueva natural de lava) interior que enmarca las vistas del océano, mientras que la piscina infinita actúa como un «jameo» exterior que se funde visualmente con el horizonte marino.
Este efecto se repite al entrar o salir del hotel y lo disfrutan todas las personas que transiten por el establecimiento: es un elemento unificador

Un impacto visual memorable
El resort, concebido en diferentes niveles, responde a una doble intencionalidad: generar un impacto visual memorable en el huésped y minimizar la huella del conjunto en el entorno. La llegada en altura, seguida del descenso a las zonas centrales de cada hotel, crea un efecto espectacular que enriquece la experiencia del usuario.
El lobby principal se erige como un espacio singular que integra un diseño distintivo, sin pilares, con un techo geométrico de inspiración volcánica y una lámina de agua que se fusiona con las piscinas exteriores de cota 9 y el mar, creando un efecto infinity.

Oferta alojativa variada
Barceló Playa Blanca cuenta con 720 unidades de habitaciones, con zona premium compuesta por 132 habitaciones exclusivas para adultos. Además, cuenta con habitaciones Swim-up, con acceso directo a una piscina semi-privada, ofreciendo una combinación de lujo y naturaleza.
La distribución de las habitaciones en tres bloques que se originan en el lobby principal optimiza la circulación y la privacidad de los huéspedes. Cada bloque cuenta con un patio verde central que aporta luz natural y ventilación a los pasillos, creando un ambiente agradable y sostenible.
El diseño de las habitaciones destaca por su elegancia y funcionalidad, con materiales y acabados de alta calidad que garantizan el confort y el bienestar de los huéspedes.

Infinity pool, wellness center y amplia oferta gastronómica
El complejo cuenta con una infinity pool con una longitud de 180 metros y una piscina climatizada, también con efecto infinity sobre el océano Atlántico, exclusiva para la zona premium.
No falta un wellness center, con zona de aguas, un completo gimnasio y centro deportivo con pistas de pádel y voleibol. Asimismo, dispone de amplias zonas de ocio para niños, piscina infantil, así como un kids club.
Por otro lado, la oferta gastronómica del resort incluye una amplia variedad de opciones: cuenta con dos restaurantes buffet, dos restaurantes a la carta especializados en la cocina mexicana y asiática, un Sports Bar, un Lobby Bar y tres Pools Clubs junto a las piscinas.



Un centro de convenciones con capacidad para 800 personas
El hotel cuenta además con un centro de convenciones para albergar eventos de diversa tipología. Este espacio multifuncional, con una capacidad máxima de 800 personas, se articula en torno a un anfiteatro excavado en lava volcánica. Las salas polivalentes, por su parte, se caracterizan por su flexibilidad y su equipamiento tecnológico de última generación.
Un proyecto hotelero totalmente sostenible
El hotel ha sido construido en base a los más exigentes criterios de eficiencia y ahorro energético, con instalaciones de geotermia y aislamiento térmico, iluminación Led, climatizadores eficientes y BMS (Building Management System), un sistema que permite monitorizar y controlar los sistemas del edificio de manera centralizada, reduciendo el consumo energético, minimizando el impacto medioambiental, alargando la vida útil de los activos y generando mayor confort en los clientes.