La familia Rocacho crece. El asador madrileño, referente en cocina a la brasa, ha inaugurado su tercer local en una zona emergente de Madrid, Valdebebas, con idéntica filosofía de cocina de producto, brasas y sabores auténticos, y a vuelto a confiar su interiorismo al estudio Cuarto Interior.
Fiel a la identidad de sus dos hermanos mayores, situados en Padre Damián y en Plaza Marqués de Salamanca, el nuevo Rocacho Valdebebas sigue apostando por una estética cálida, envolvente y sofisticada, en la que el interiorismo acompañan la experiencia culinaria sin robarle protagonismo.

Fotografías de Sara Buzón
Cuarto Interior vuelve a interpretar la filosofía de Rocacho apostando por texturas naturales y materiales nobles (madera, mármol, tejidos suaves), en una cuidada paleta cromática de tonos oscuros de las maderas y de matices granates y rosas profundos, en referencia a las carnes y vinos que protagonizan la propuesta gastronómica.
El suelo, de cerámica en espiga con acabado efecto madera, aporta calidez. En las paredes, los revestimientos de papel pintado con texturas que evocan leña o cestería añaden capas sensoriales y profundidad visual. Los espejos, enmarcados en madera oscura, multiplican la luz y el espacio sin perder sobriedad.

En el techo, las vigas de madera se combinan con instalaciones vistas que se integran pintadas en el mismo tono de las paredes y aportan un toque de asador ‘de toda la vida’.
Así mismo, la iluminación juega un papel fundamental en la creación de esta atmósfera íntima y elegante. El cuidado equilibrio entre luz funcional y ambiental combina elementos focales en el techo con luminarias suspendidas que aportan carácter y detalle, como los globos cerámicos tipo cencerro sobre las mesas y las escultóricas lámparas cilíndricas de tres cuerpos verticales (modelo Elma de Aromas), que añaden el toque de diseño contemporáneo.
Germán Álvarez y José Manuel Fernández, ocios fundadores de Cuarto Interior explican que han querido mantener la coherencia con los otros dos restaurantes Rocacho, «pero dotándole de una identidad propia, con detalles arquitectónicos que evocan el asador clásico y una estética envolvente, muy emocional. Apostamos por materiales honestos, texturas que se sienten, y una atmósfera cálida donde el diseño acompaña sin imponerse, al igual que hace la cocina de Rocacho con su producto”.
Una cocina de brasas con la mejor materia prima
Más allá del diseño, la esencia de Rocacho sigue siendo la misma: cocina de producto, brasas y sabores auténticos, con carnes seleccionadas, pescados al punto y una bodega que acompaña sin eclipsar.
Abierto de forma ininterrumpida de 12:00 a 01:00 h, recoge la herencia de los asadores clásicos y reivindica el valor de permanecer en la mesa más allá del último plato, sin turnos ni horarios restrictivos, haciendo posible ese disfrute pausado que cada vez cuesta más encontrar.

La devoción por la mejor materia prima se percibe ya en su famosa vitrina, presente en cada uno de sus restaurantes y ya convertida en sello de la casa, donde se exhibe a diario el mejor producto disponible: pescados frescos de lonja, ostras, verduras de temporada y cortes de carne excepcionales.
Rocacho es, de hecho, el único restaurante de Madrid que ofrece la carne de El Capricho de Jiménez de Jamuz, en León, considerada como la mejor carne roja del mundo por publicaciones como The Guardian o la revista Time y que solo suministra en exclusiva a un restaurante de cada ciudad importante.
Entre la oferta gastronómica de Rocacho Valdebebas no podía faltar la famosa chuleta de buey premium y la chuleta de vaca madurada de 40 a 60 días que se prepara vuelta y vuelta a la brasa de carbón de encina y que llega a la mesa en su punto óptimo.
Además de otras opciones de carne de primera calidad, en sus brasas se asan también pescados muy frescos traídos de las mejores lonjas de España por Pescaderías Coruñesas y han adquirido notable fama sus arroces, sabrosos y de grano perfecto.
Además, cuenta con un apartado de platos con huevos de Cobardes y Gallinas, de Curro Ulzurrun y Jorge Camacho, cuyas gallinas viven en libertad y alimentadas con piensos naturales en su granja de Torrelodones. Mención especial merecen también los bikinis, una novedad en la carta de Rocacho y exclusiva del local de Valdebebas
En cuanto a sus postres, destaca el tiramisú, que se prepara en mesa delante del comensal.
Todo ello puede disfrutarse en su elegante salón interior, en su zona de mesas altas sin mantel, en la barra o en su gran terraza al aire libre, donde se puede comer y cenar, tomar unas copas o picar algo a cualquier hora del día.