Mientras el 85% de los consumidores asegura valorar positivamente el compromiso de un restaurante frente al desperdicio de alimentos, una jornada organizada por Marcas de Restauración y Too Good To Go ha analizado el impacto de la ley contra el desperdicio alimentario tras sus primeros 6 meses de entrada en vigor.
Marcas de Restauración y Too Good To Go han reunido en la Oficina del Parlamento Europeo en España a representantes del sector de la restauración, administraciones públicas y organizaciones comprometidas con la reducción del desperdicio alimentario para analizar el papel de la restauración de marca tras la entrada en vigor de la Ley de Prevención de las Pérdidas y el Desperdicio Alimentario.

Ana Rodríguez Castaño, secretaria general de Recursos Agrarios y Seguridad Alimentaria del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, explicó que «la Ley es una realidad económica, pero también ética. Antes mucha gente sentía reparo al pedir la comida que había sobrado en un restaurante, con esta ley esperamos que en vez de vergüenza se sienta orgullo. Con esta ley ganamos todos», afirmó, señalando que la ley genera beneficios para las empresas y los consumidores
Durante el encuentro se presentaron los resultados del estudio “El compromiso del sector de la restauración frente al desperdicio alimentario: una mirada desde el consumidor”, realizado por Too Good To Go, que revela que aunque el sector está haciendo mucho trabajo y esfuerzo para reducir el desperdicio de alimentos, no siempre llega al consumidor.
Brecha entre la percepción del consumidor y la realidad
Según el estudio, 7 de cada 10 consumidores considera el desperdicio de alimentos un problema muy preocupante. Y en cuanto a los principales responsables, los restaurantes son percibidos como el segundo actor con mayor peso en el desperdicio de alimentos (72%), solo por detrás de los supermercados (76%), y por delante de los hoteles (52%), los hogares (30%) y la producción agrícola y ganadera (8%).
Unos datos que contrastan con los datos más recientes de Eurostat, que apuntan que el mayor volumen de desperdicio se produce en los hogares, seguido de la producción primaria, fabricación, distribución y en último lugar la restauración. Esto evidencia una brecha significativa entre la percepción del consumidor y la realidad, señala el estudio.
Actuar y visibilizar el trabajo, clave para la restauración
En los últimos años el sector ha ido ampliando sus esfuerzos para acabar con el desperdicio alimentario. Sin embargo, según el estudio, 1 de cada 3 encuestados cree que el sector no está poniendo en marcha ninguna acción para acabar con esta situación. En este sentido, «resulta esencial actuar, comunicar y dar visibilidad a las iniciativas en marcha, y es que más de la mitad de los consumidores (56%) considera que el sector no está comunicando lo suficiente dichas acciones«, señala el informe.
Este dato es aún más relevante si se tiene en cuenta que el 85% de los encuestados asegura que el compromiso de un restaurante frente al desperdicio condiciona su elección, mientras que el 41% cambiaría de restaurante por otro con políticas activas y un 51% lo haría si la oferta es similar.
Lo que piden los consumidores
Entre las medidas que más interesan a los consumidores para combatir el desperdicio alimentario destacan la posibilidad de llevarse la comida sobrante en tuppers (79%) y la colaboración con aplicaciones como Too Good To Go (78%), seguidas de la donación de excedentes (66%). También aprecian la formación del personal para reducir el desperdicio en el día a día (37%) y la realización de campañas de concienciación en los propios establecimientos y en sus redes sociales (34%).
En este contexto, Adriana Bonezzi, directora general de Marcas de Restauración, destaca que dar a conocer estas iniciativas es clave para que los consumidores identifiquen las posibilidades que ofrece el sector: “El sector de la restauración de marca lleva años avanzando con medidas concretas para reducir el desperdicio alimentario: optimizando procesos, colaborando con entidades sociales y utilizando herramientas tecnológicas que permiten una gestión más eficiente. Dar visibilidad a las buenas prácticas es fundamental para que los consumidores perciban el compromiso real del sector con la sostenibilidad».
Por su parte Marie Lindström, directora general de Too Good To Go en España, subraya que “el sector de la restauración ha demostrado ser uno de los más comprometidos en la lucha contra el desperdicio de alimentos. Por ello visibilizar los esfuerzos y liderar con el ejemplo refuerzan la confianza del consumidor y el compromiso del sector.”
Sobre el nuevo marco legal
Además, la jornada incluyó diferentes mesas redondas en las que se abordaron la adaptación de las empresas al nuevo marco legal, casos de colaboración público-privada y la perspectiva regulatoria nacional y europea.
La primera mesa redonda, “El sector en acción, ¿cómo afrontan las empresas este reto común?”, abordó cómo las empresas de restauración organizada llevan años trabajando de forma proactiva para reducir el desperdicio alimentario, «no como respuesta a la nueva legislación, sino como parte de su compromiso y cultura corporativa».
Los participantes coincidieron en la importancia de la prevención en origen, la formación de los equipos y la colaboración con entidades sociales y plataformas como Too Good To Go. También se destacó el papel de la innovación y la tecnología en la mejora de la eficiencia operativa, así como la necesidad de comunicar y sensibilizar al consumidor, rompiendo prejuicios y reforzando el valor de una gestión responsable y sostenible del alimento.
Ana Torroba, directora de ASG y comunicación corporativa de Alsea, con marcas como Vips, Ginos y Domino’s, explicó cuáles están siendo las acciones del grupo para reducir el desperdicio de comida desde la producción hasta los propios establecimientos, destacando su colaboración con la app Too Good To Go, a través de la cual da salida a packs sorpresa con el excedente de comida de sus establecimientos. Ya ha ofrecido más de 350.000 packs de comida.
Y en la mesa redonda ‘Las claves de la regulación frente al desperdicio de alimentos: una perspectiva local y europea’ se abordaron las claves de las regulaciones en materia de desperdicio alimentario a nivel europeo, nacional y autonómico, destacando el proceso de implementación de la regulación aprobada este año tanto a nivel europeo (con la fijación de objetivos de reducción de desperdicio alimentario) así como a nivel nacional y autonómico, con la ley de prevención de las pérdidas y desperdicio alimentario.
A este respecto, la subdirectora general de Calidad y Sostenibilidad Alimentaria del Ministerio de Agricultura, Ana Díaz, señaló que ya se han iniciado las conversaciones con las comunidades autónomas para coordinar la implementación de la ley nacional.
Además se resaltó también la importancia de la colaboración en este proceso de implementación entre los distintos niveles de las administraciones públicas así como entre la administración y las empresas.
En el cierre de la jornada Juan Diego Farah, vicepresidente de Operaciones de Too Good To Go para el sur de Europa, destacó los esfuerzos de todo el sector para reducir el desperdicio de alimentos y apeló a la colaboración entre empresas, administraciones públicas y consumidores para abordar con éxito este reto.