La marca de horchata artesanal valenciana anuncia el lanzamiento de su franquicia, una oportunidad para inversores y emprendedores, a los que ofrece un producto con tradición, respaldo operativo y alta demanda estacional.

Con su franquicia, Horchatería Alboraya abre la puerta a emprendedores y amantes de la gastronomía tradicional valenciana a que formen parte de un proyecto «con tradición, cultura y sabor». 

ProfesionalHoreca, local de Horchatería Alboraya

Con décadas de historia, una clientela fiel y un producto totalmente artesanal, la marca ofrece una interesante oportunidad de inversión:una franquicia con identidad cultural, respaldo operativo y alta demanda estacional.

El modelo de franquicia de Horchatería Alboraya ofrece: 

  • Un producto artesanal: horchata 100% chufa con Denominación de Origen Valencia, fartons y otros productos artesanales como eche merengada, agua de cebada y granizados, al igual que productos estacionales de invierno. 
  • Suministro centralizado: el franquiciador se encarga de proveer los productos esenciales, garantizando la calidad uniforme del producto. 
  • Marca bien conocida y diferenciada: se trata de una empresa familiar con tradición y reputación local, que se diferencia por elaborar sus productos de manera 100% artesanal.

La central ofrece formación inicial y el apoyo en la apertura. Con un encargado y 3 personas en venta y obrador se gestiona fácilmente un local de Horchatería Alboraya; no se requiere experiencia previa en el sector. La inversión Inicial (canon incluido) parte de 100.000 euros (más IVA y obra civil. Consulte las condiciones de franquicia aquí.

Una marca con historia

Proveniente del pueblo valenciano de Alboraya, cuna histórica del cultivo de chufa, Horchatería Alboraya nació con para llevar la tradición valenciana a la capital. En 1980 abría su establecimiento en la calle Alcalá de Madrid, y en 2009 abrió un segundo local en la Plaza de Felipe II.

El nombre de Horchatería Alboraya es un homenaje a sus raíces, es decir, a las meriendas caseras, a los encuentros en las horchaterías del pueblo y a una forma de entender la vida en torno a lo sencillo y lo auténtico.