La patronal Hostelería de España califica de «desproporcionada» la futura prohibición de fumar en terrazas; advierte que la medida tendría una eficacia muy limitada, ya que llevaría el consumo de tabaco a los domicilios y a la calle, y tendría un impacto negativo en el turismo.

El Consejo de Ministros ha aprobado el anteproyecto de reforma de la ley del tabaco, que prohíbe fumar en terrazas, equipara a los cigarrillos electrónicos con el tabaco convencional y veta por primera vez el consumo en menores (no sólo la venta).

La ley obligará a los responsables de espacios donde esté prohibido fumar, como a los hosteleros, a colocar señalización visible en sus locales que informen del veto, y prohíbe todo tipo de publicidad de tabaco y productos derivados, tanto directa como indirecta, incluyendo la publicidad en equipamientos, instalaciones y mobiliario situados en espacios de uso público o colectivo, entre ellos bares, discotecas, terrazas u otros establecimientos de ocio.

Antes de entrar vigor, la norma tendrá que pasar por una tramitación parlamentaria en la que no tiene asegurada la mayoría absoluta. Si todo siguiera su curso según el calendario legislativo y finalmente fuera aprobada en el Parlamento, los primeros cambios podrían empezar a aplicarse a lo largo de 2026.

Los hosteleros, en contra

El anuncio de la futura prohibición de fumar en terrazas no ha gustado, en general, al sector hostelero. Desde la patronal Hostelería de España se alerta sobre el daño que podría suponer esta medida para los negocios, sobre todo en zonas con alta afluencia turística o clima favorable, donde las terrazas tienen un peso clave en la actividad diaria a lo largo de buena parte del año.

Advierten además que la medida tendría una eficacia muy limitada, ya que podría desplazar los encuentros con fumadores a espacios cerrados como los domicilios, y fomentar el consumo en las inmediaciones de las terrazas, donde no hay lugares habilitados para los residuos, con el consiguiente perjuicio para el entorno y los vecinos.

Asimismo, la prohibición supondría una carga añadida para los trabajadores del sector, «que se verían obligados a asumir funciones de vigilancia que no les corresponden, lo que podría generar situaciones indeseadas con la clientela».

Desde la patronal recuerdan, además, que actualmente existe una buena convivencia entre fumadores y no fumadores en las terrazas.

«Es fundamental garantizar la convivencia y evitar la imposición de cargas adicionales a los profesionales del sector hostelero», afirma José Luis Álvarez Almeida, presidente de Hostelería de España. «Las terrazas son un espacio clave para la vida social y económica del país, y cualquier decisión debe valorar con seriedad su impacto real en términos de empleo, actividad empresarial, competitividad turística y experiencia de los clientes».

Concienciación frente a prohibición

La patronal hostelera presentaba este verano una encuesta realizada por la consultora 40dB a más de 1.659 ciudadanos, según la cual el 70 % de los españoles apuesta por la concienciación frente a la prohibición de fumar en terrazas.

Según la encuesta, más del 56% no considera urgente adoptar esta medida, mientras que un 85,2% cree que los fumadores seguirían haciéndolo en las inmediaciones, generando nuevos problemas de convivencia.

Asimismo, un 57,4 % de los encuestados considera que podría producirse un efecto rebote, trasladando las reuniones con fumadores a espacios cerrados como los domicilios.

Por otro lado, un 62,6 % teme un efecto negativo sobre la imagen de España como destino turístico, al convertirse en el único país de la Unión Europea junto con Suecia en prohibir fumar en terrazas. Francia ha optado por excluir expresamente las terrazas de sus restricciones al tabaco.

Terrazas sin humos

KŌ by 99 Sushi Bar es el nuevo restaurante japonés de Grupo Bambú en el Bernabéu, estadio libre de humos, y en su terraza, por lo tanto, no se fuma. Preguntado por la prohibición de fumar en terrazas Borja Vela, director de Operaciones, explica que «mi opinión personal como hostelero es que el anteproyecto, tal y como está planteado, es algo drástrico; es necesario crear espacios de consenso para proteger al empresario y proporcionar enclaves confortables a clientes fumadores y no fumadores«.

«A nivel personal, creo que habría optado por una terraza con un espacio para fumadores y otro sin humos. La solución no es blanca o negra, se debe mover en el gris», afirma.

Preguntado si considera que la prohibición de fumar en terraza supone menos clientes y afecta a la rentabilidad del negocio hostelero, el director de Operaciones de KŌ by 99 Sushi Bar considera que «tras 20 años de una ley antitabaco muy asentada, el cliente medio fumador está más que acostumbrado a saber y entender dónde puede y dónde no puede fumar. Cuando la ley entró en vigor, en 2004, las previsiones eran muy catastrofistas. Hoy, la gastronomía y el ocio son potentísimos motores económicos, algo cultural para los españoles. Si la ley entra en vigor en estos términos más restrictivos, la gente seguirá yendo a terrazas a disfrutar, pero se tendrán que ir a fumar a la calle«.