La enseña madrileña quiere crecer vía franquicia, aprovechando el importante aumento del consumo de milanesas, y ofrece a los franquiciados un modelo de negocio con procesos propios y una propuesta diferencial que combina sabor, rentabilidad y una alta capacidad de expansión.

La Milanese es una marca madrileña especializada en milanesas y burgers italianas artesanales, con un enfoque innovador dentro del segmento casual dining gourmet. Fundada por Niccolò y Alessandro, dos chefs formados en la Università dei Sapori de Perugia y con experiencia junto a reconocidos cocineros como Paco Pérez, la enseña ha elevado la clásica cotoletta alla milanese a la categoría gourmet, fusionando tradición, creatividad e innovación.
Su propuesta ha conquistado al público madrileño y a la crítica gastro, que la sitúan entre las mejores milaneserías de España.
La Milanese representa una nueva generación de restaurantes italianos: auténticos, pero tambien eficientes y rentables. Con una carta especializada compuesta por más de diez variedades de milanesas en distintas versiones y una selección de hamburguesas gourmet, ahora quiere expandir su modelo de negocio y opta por la franquicia, asesorada por Tormo Franquicias Consulting.
De hecho esta consultora ha decidido participar en la compañía a través de su filial Tormo Capital, con el objetivo de liderar e impulsar este nuevo segmento de restauración italiana, un mercado en pleno auge y con gran potencial para emprendedores e inversores.
Además, Tormo Franquicias Consulting será la encargada de dirigir el proceso de expansión, aportando su amplia experiencia en el sector de franquicias en España.
Una franquicia que busca la rentabilidad
El modelo de La Milanese se basa en una operativa ágil y estandarizada, con cocina central, procesos simplificados y una gestión que reduce la necesidad de personal altamente cualificado, «manteniendo siempre la esencia artesanal del producto», señalan sis responsables.
El resultado es una experiencia gastronómica con identidad propia, capaz de competir en el segmento casual dining más dinámico del mercado, y con un sistema de gestión diseñado para facilitar la operativa del franquiciado.
El acompañamiento al franquiciado es integral: desde la búsqueda y adecuación del local hasta la formación en gestión, operativa y atención al cliente. Su sistema incluye formación continua, soporte operativo y marketing centralizado, garantizando una apertura controlada y un crecimiento sostenido. Cuenta además con cocinas centrales que garantizan la calidad y homogeneidad del producto en cada establecimiento.
Inversión optimizada
La Milanese ha diseñado un modelo de acceso accesible respecto a otras enseñas del sector. La inversión inicial parte de 46.000 €, con un canon de entrada de 15.000 € y royalties fijos de explotación y marketing, una estructura poco habitual en el sector y muy atractiva para quienes buscan visibilidad financiera y control de costes desde el inicio.
Esta combinación (especialización, inversión contenida, estructura de royalties fijos y un producto con fuerte demanda) sitúa a la cadena como una de las propuestas más competitivas para emprendedores y para perfiles inversores vinculados al sector.
«Nuestro objetivo es compartir la esencia italiana de La Milanese con nuevos emprendedores. Queremos que cada local transmita nuestra filosofía: producto excelente, procesos sencillos y una experiencia que enamore al cliente», explican los fundadores.
La milanesa, un producto en expansión
El consumo de milanesas ha crecido exponencialmente en los últimos años, impulsado por la demanda de propuestas italianas innovadoras y accesibles. Plataformas de delivery y medios gastronómicos ya incluyen la categoría «milanesas» entre las más buscadas, reflejando una tendencia clara: la milanesa está de moda.
En La Milanese cada pieza se prepara respetando la fibra de la carne, que se empana con una mezcla exclusiva inspirada en la cocina japonesa y se fríe con maquinaria especializada que reduce la absorción de aceite, logrando una textura crujiente por fuera y jugosa por dentro. A ello se suman aderezos y coberturas totalmente caseras, elaboradas con productos frescos y recetas propias, que convierten cada plato en una creación única.
La Milanese quiere ser la marca nacional que lidere el segmento, con una identidad visual potente, procesos propios y una propuesta diferencial que combina sabor, rentabilidad y una alta capacidad de expansión. Más información sobre la franquicia aquí.