Las terrazas son un motor económico de la hostelería; pueden llegar a suponer entre el 20% y el 25% de la facturación en bares y restaurantes, y constituyen un elemento dinamizador de vida social de ciudades, barrios y pueblos. No obstante, se ven amenazadas por normativas cada vez más restrictivas, denuncian asociaciones hosteleras.

En concreto lo denuncian Hostelería de España, Hostelería Madrid, CEOE, Cepyme, Marcas de Restauración y AMER, que en una declaración conjunta en La Taberna de Madrid Pa’Bajo, en el área madrileña de Las Tablas, ha puesto en valor en valor la importancia de las terrazas en la construcción del paisaje urbano y la dinamización de otras actividades comerciales, manteniendo las calles vivas y seguras.

Profesionalhoreca. una camarera en terraza

«Las terrazas son espacios clave que nos diferencian como ciudad y nos definen como comunidad», señala el presidente de Hostelería Madrid, José Antonio Aparicio. «Son espacios de ocio seguro y ordenado que revitalizan entornos, cohesionan barrios y ayudan a que cientos de empresas, especialmente pymes y autónomos puedan abrir cada día la persiana. Somos de salir, de quedar, de hablar y de reír con amigos o familiares. Y tenemos los mejores espacios posibles para ello, no podemos prescindir de nuestras terrazas».

El secretario general de Cepyme, Fermín Albaladejo, destaca el impacto colateral y positivo que tiene una terraza en los negocios cercanos: “La hostelería y las terrazas desempeñan un papel esencial para la dinamización de los barrios en España. Son clave en la vida social, fomentan el tránsito peatonal, contribuyen a crear entornos más seguros y cohesionados y su presencia suele atraer a otros pequeños negocios alrededor, revitalizando zonas que podrían caer en el abandono».

Desde CEOE, Inmaculada Benito, directora del departamento de Turismo, Cultura y Deporte, resalta que la hostelería y, muy especialmente, las terrazas, forman parte de la experiencia que los visitantes identifican como diferencial. “Necesitamos que en nuestro país las decisiones legislativas se tomen teniendo en cuenta la voz de los empresarios: son los que están cada día en los negocios, arriesgando su patrimonio personal y manteniendo nuestra cultura y patrimonio”, afirma Benito, poniendo en valor la importancia una colaboración público-privada “real y eficiente”.

Para el presidente de Hosteleria de España, José Luis Álvarez Almeida, las terrazas representan un modelo de ocio que puede verse amenazado por las constantes presiones legislativas, como las ordenanzas cada vez más restrictivas”. A su juicio esta presión a las terrazas “no sólo supone un ataque a la viabilidad de muchos negocios, cuya rentabilidad depende de las ventas en terrazas, sino que conlleva un cambio en nuestra forma de ocio, que afecta al conjunto de la sociedad”.

Por otro lado, la directora de Turismo de CEOE ha concluido afirmando que “en la actualidad, el sector turístico tiene como principal desafío la cohesión territorial y social, y si hay un sector que realmente impulsa esta cohesión es la hostelería”.

La prohibición de fumar perjudica al sector

Con respecto al proyecto de ley que contempla la prohibición de fumar en terrazas desde Hostelería de España se considera que se trata de «una medida que perjudica a un sector sin cumplir el objetivo de la ley, que es la reducción del consumo, ya que simplemente se desplazaría a otros espacios menos preparados». Además, esta medida «generaría confusión entre los clientes, especialmente los turistas», ya que esta medida no está vigente en ningún país de Europa, a excepción de Suecia.

Las consecuencias de la futura ley de alcohol y menorres

Respecto a la prohibición del consumo de alcohol en menores, las asociaciones participantes comparten el espíritu de la ley, que es impedir el acceso de los menores al alcohol, si bien señalan que no se ha puesto el foco sobre uno de los principales problemas al respecto, el botellón.

Miguel Marín, socio director de AEI (Análisis Económico Integral) ha presentado las principales conclusiones del estudio “Impacto económico de las restricciones del Proyecto de Ley de prevención del consumo de bebidas alcohólicas y de sus efectos en las personas de menor edad”. El estudio refleja que las marcas cerveceras hacen una inversión de 600 millones de euros anuales en promoción, con un porcentaje muy alto dedicado al patrocinio de mobiliario de terrazas. La desaparición de esos patrocinios supondría unas pérdidas de 1.100-1.680 millones de euros (incluyendo las pérdidas por eventos deportivos y culturales).

En cuanto a los empleos en riesgo, según AEI existirían entre 8.000 y 10.200 puestos de trabajo (entre directos, indirectos e inducidos) que podrían perderse o precarizarse.

Estas consecuencias serían especialmente impactantes en aquellos pueblos en riesgo de perder el único bar que tienen, que según datos de AEI se estiman, en el peor de los escenarios, en un total de 235 municipios. Esto supone un 20% de los que hoy cuentan con un solo bar abierto, y que se concentran especialmente en la “España vaciada”, donde el bar tiene una función de cohesión y vertebración social especialmente significativa, afectando a más de medio millón de habitantes.