El restaurante barcelonés L’Antiquari Gastronòmic, del chef Yordi Martínez y la sumiller Lara Cerlini, inicia una nueva etapa en un espacio más amplio en la calle Neptú, que le permite ampliar tanto la bodega como las técnicas culinarias, incorporando un toque de humo a sus platos.
L’Antiquari Gastronòmic, el restaurante del chef Yordi Martínez y la sumiller y maitre Lara Cerlini ha cambiado de localización y crece en espacio, pero sin renunciar su característico servicio cercano y personalizado.
Con más de 15 años dedicados a la cocina, Yordi Martínez propone una experiencia gastronómica y sensorial que conecta con los comensales de forma directa y cercana. “En el mejor sentido de la palabra, me gusta jugar con las emociones de la gente, que estén siempre a la expectativa sobre qué van a comer: para mí eso es lo más divertido de la cocina», explica el chef. «Buscábamos algo con esta identidad, que la gente se lo pase bien y esté dos horas sin tener ninguna necesidad de pensar nada, solo en estar con tu pareja, con tu familia, con tu amigo y dejarte llevar».

Una cocina delicada y detallista
El restaurante ofrece un menú degustación cerrado de 15 platos en el que el comensal no tiene que elegir nada, simplemente disfrutar en un viaje sensorial en el que relajarse y descubrir qué incluye cada pase.
Los platos están elaborados con ingredientes de primera calidad que cambian mensualmente según lo que ofrecen la huerta, el mar, la caza en temporada o los productos silvestres. Fondos potentes y sabores concentrados acompañan texturas frescas o semicrudos, combinando vanguardia y tradición.
El chef explica que en el nuevo emplazamiento trabajan con el mismo equipo, el mismo menú y el mismo concepto: el de un restaurante íntimo y familiar, que es la esencia de L’Antiquari Gastronòmic, «pero con un poco más de espacio, tanto para que los clientes estuvieran más cómodos como para tener una cocina más grande que nos permitiera jugar con nuevas técnicas«.
Nuevas técnicas con brasa japonesa
Con el cambio de local ha llegado la robata, una parrilla de carbón o brasa japonesa que ha permitido al chef añadir nuevas capas de sabor a los platos. “Para mí esta parte de humo, el puntito de cocción final que le da este fuego ligero, es importantísima”, explica Yordi. Por eso muchos de los platos de temporada pasan por allí para conseguir un resultado redondo. “Siempre hemos cocinado con fuego, desde la prehistoria, por lo que me parece un elemento muy importante que no tenía en el otro local; da un punto más divertido, picante, de brasas. Ese toque de carbón que remata el producto y le da el toque funky”.



Salsas: la esencia del guiso
Igualmente la esencia del guiso, que caracteriza la cocina de l’Antiquari Gastronòmic, se mantiene en el nuevo local en forma de salsas y fondos. “Ojalá pudiera hacer un menú solo de degustación de salsas; me encantan”, explica el chef. “Si tienes un buen producto; perfecto, pero si tienes un buen producto y una buena salsa, la combinación es imbatible: esas ganas que te dejan de chupar el plato al final, es una sensación maravillosa”.
Las salsas son la base de Martínez para mantener la esencia del chup-chup que caracteriza su cocina durante todas las estaciones: “Trabajamos este punto de guiso final, de salsas muy brillantes, también de mantequilla, por la parte de la cocina francesa que tocamos siempre”.
El chef practica también el zero waste, y las salsas de sabor profundo, los fondos y caldos que redondean muchas de sus propuestas nacen precisamente del reaprovechamiento. Combina técnicas de alta cocina con el guiso a fuego lento de toda la vida, siempre con un toque fresco y crujiente que remate el plato en forma de hoja, brote o flor. “Me gusta que mis platos tengan notas dulces, saladas, agrias o ácidas; al final las papilas están para que se lo pase bien la gente, no para que sean planas. Compensado, equilibrado y sin miedo a darle caña».
Un espacio que permite ampliar las referencias de vinos
El disponer de más espacio permite además ha permitido ampliar notablemente las referencias de vinos, gestionadas por Lara Cerlini. «Cada mes cambiamos el menú de comida, y también vamos constantemente buscando cosas nuevas en el vino», explica la sumiller. Su fuente de inspiración, visitar ferias de vino, acudir directamente a las bodegas y cualquier cosa que pueda ayudarles a descubrir productores cuyos vinos cuenten una historia que acompañe a la suya.

“Ahora tenemos muchas más referencias: vinos orange, italianos, de Australia, Chile, Sudáfrica… y crecerán porque queremos incorporar una vinoteca nueva», explica. Su intención es acercar al cliente tipos de vino poco comunes, «pero que pueda reconocer fácilmente y le sean familiares».
En paralelo, seguirán apostando por la proximidad y los vinos nacionales, y a Lara le gusta especialmente dar a conocer bodegas pequeñas que tengan algo que contar.
Postres café y petit fours
Como colofón a una perfecta experiencia gastronómica, Yordi Martínez se declara harto de los clásicos de siempre y prefiere los postres divertidos, frescos y diferentes, en los que emplea vegetales, flores… incluso ha ideado un postre hecho solo con aceite.
La oferta se redondea con café italiano y originales petit fours como acompañamiento; un brigadeiro; trufa típica de Brasil; una gominola de frutas tropicales y una versión de torrija en formato líquido.