Sorpresa en el sector de la alta cocina tras el anuncio de Óscar García, el cocinero con una estrella Michelin en su restaurante Baluarte, en el centro de Soria, de que cierra su negocio para regresar a su pueblo natal y abrir una casa de comidas en plena montaña soriana, a 40 kilómetros de la capital.
Tras 18 años de trayectoria al frente de Baluarte, el restaurante con una estrella Michelin y dos soles Repsol que ha situado a Soria en el mapa gastronómico de la alta cocina, el chef Óscar García, experto en la cocina de las setas y de las trufas anuncia una nueva etapa profesional y personal: cierra su emblemático restaurante en la capital para regresar a Vinuesa, su pueblo natal, donde abrirá Baluarte Quintanarejo, una casa de comidas en plena montaña soriana.

García explica que ha sido «una decisión difícil, pero muy meditada. Es complicado tener un restaurante propio como Baluarte, por el que has luchado y has llorado tanto, y tener que tomar una decisión así. Ser referente en una ciudad pequeña como Soria, posicionándola gastronómicamente a nivel nacional y fuera de sus fronteras, y tener que dar este paso no es nada fácil. Pero he decidido escuchar al corazón»,
A sus 51 años, el cocinero soriano siente la necesidad de volver a su origen. «Lo que me apetece ahora, para seguir con plena ilusión, es volver al sitio donde nací, al paraje que me hace más feliz, para poder seguir haciendo felices a los demás», señala el chef. «Tengo la oportunidad de regresar al lugar al que pertenezco, donde de pequeño recogía hongos, y hacer un tipo de cocina distinto«.
El nuevo proyecto, Baluarte Quintanarejo, será una casa de comidas en la montaña soriana. “No va a ser un restaurante gastronómico”, explica García. “Será una casa de comidas, y espero lograr que sea una referencia. Quiero volver a cocinar desde la emoción más pura, desde el entorno que me inspira, sin perder la esencia de todo lo aprendido en estos años”.

Una despedida agridulce
El cocinero soriano reconoce que despedirse de su equipo, clientes y proveedores ha sido especialmente duro. «Contar esto no es nada fácil. Han sido muchos baches en el camino, muchas veces sintiéndome incomprendido, pero también un enorme orgullo por haber conseguido tantas cosas que nunca hubiera imaginado», señala. «He llevado el nombre de Soria y de mi pueblo Vinuesa con mucho orgullo por toda España y fuera de ella, en congresos como San Sebastián Gastronomika o Madrid Fusión, y cocinando en innumerables lugares. Ahora lo seguiremos haciendo con la marca Quintanarejo Vinuesa Soria”.
En su mensaje de despedida, García dedica unas palabras especiales a quienes han estado junto a él en este camino: “Agradezco a toda la gente que me ha acompañado a lo largo de estos años, 11 en Alvargonzález Vinuesa y 18 en Baluarte, porque sin ellos nada de esto hubiera sido posible». Y nombra a tres personas fundamentales que han estado junto a él en la última década: Yosiko Tashiro, responsable de cocina de Baluarte; Javier Iruela, responsable de sala y vinos; y José Benito, «por su gran apoyo durante muchos años. También a todos los proveedores y personas cercanas que han formado parte de esta historia».
El chef confiesa que lo que más le preocupa y duele «es cerrar las puertas de Baluarte a tantas personas que durante estos 18 años hemos hecho felices, y que han visto cómo nos hemos ido superando hasta convertir el restaurante en un templo de la gastronomía de este país. Estoy seguro de que lo entenderán, y nos volveremos a encontrar para seguir disfrutando juntos de la cocina, de una forma más cercana y desenfadada”».
Un cocinero comprometido con su tierra
Natural de Vinuesa (Soria), Óscar García es uno de los referentes de la cocina rural en España y uno de los cocineros más reconocidos de Castilla y León. Estudió administrativo y aprendió a guisar de manera autodidacta.
Sagaz e intuitivo, es un cocinero apasionado del producto local, que ha desarrollado una cocina profundamente ligada al territorio y al bosque soriano, con la trufa, las setas y la caza como protagonistas. Tras convertir a Baluarte en uno de los templos de la gastronomía española contemporánea, en Baluarte Quintanarejo promete mantener esa identidad, con una cocina conectada con sus orígenes.
La alta cocina, a debate
El cierre de Baluarte pone encima de la mesa un debate que se está produciendo en el sector gastronómico en los últimos años: si es realmente viable el negocio de la alta cocina, tal y como lo conocemos, en la actualidad. ¿Responde realmente a las demandas y a las posibilidades del consumidor de hoy? ¿Es un sacrificio personal y económico inasumible para muchos chefs? ¿Funciona realmente el menú degustación?
Aunque Óscar García lo ha hecho público, la mayoría de los cierres pasan desapercibidos, pero la realidad es que en la hostelería más del 70% de las aperturas no llegan a cumplir los cinco años.
Muchos son los cocineros, por otra parte, que dejan las grandes urbes para vivir y trabajar en la naturaleza. Antes que lo Óscar lo ha hecho, por ejemplo, Fran Montes, que junto a Patricia Mera abrían en 2024 Texu en la aldea asturiana de Ladines (Sobrescobio, en plena montaña del Valle del Nalón), recuperando el bar de comidas del pueblo. O el chef murciano Rubén Iborra, que ha abierto Ruge, un restaurante de cocina de autor en plena sierra madrileña, junto al embalse de La Jarosa, donde ofrece arroces de la Vega, brasas y maduraciones.