La Semana Santa de 2022 ha cerrado con un 85% de ocupación, según datos de la patronal Cehat. El sector se prepara ahora positivamente para afrontar un panorama complicado, con una subida de los costes operacionales cercana al 20%, el complicado panorama internacional o la reforma laboral.

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El turismo de interior ha logrado una ocupación de más del 90%

Cehat cifra la ocupación hotelera de esta Semana Santa en un 85%, según datos del sondeo realizado por la patronal entre sus asociaciones miembro. Unos datos «positivos» son una muestra de la recuperación de la confianza y del deseo de los viajeros de volver a viajar.

Por zonas, las cifras han sido muy similares. Destaca especialmente el turismo interior, con una ocupación superior al 90%. El buen tiempo ha dado lugar también a que se registren unos datos muy positivos en turismo de sol y playa, que ha alcanzado una ocupación hotelera del 85%, o para el turismo de nieve, que ha registrado cifras de un 80%.

Los hoteleros recuerdan, no obstante, que el sector se mueve en un escenario complicado y que «son necesarias ayudas más allá de los datos de Semana Santa para hablar de recuperación y vuelta a la normalidad».

Así, Cehat señala que los alojamientos turísticos han visto incrementados sus costes operacionales en torno a un 20%. Esto, sumado a la situación del sector tras dos años de pandemia, hace que los alojamientos vean las cifras de Semana Santa «como un oasis» dentro del difícil contexto general.

Ayudas para superar los obstáculos

“Los datos de Semana Santa han sido muy positivos en toda España y nos alegra enormemente comprobar que las ganas de viajar no se han visto mermadas tras la pandemia», señala Jorge Marichal, presidente de Cehat. “Sin embargo, no podemos perder de vista que los costes operacionales han aumentado considerablemente y que nos movemos en un panorama nacional e internacional difícil. Necesitaremos, por tanto, ayuda y herramientas para sortear los obstáculos”.

A esto se suma que no toda la planta hotelera está abierta; aún quedan hoteles cerrados por obras y reformas, y algunos han aplazado sus operaciones hasta que se acerque la temporada estival.

“Para que las cifras de Semana Santa sean una noticia realmente positiva y no algo puntual, es necesario alcanzar la estabilidad política, que se levanten las restricciones a la movilidad cuando no haya riesgo de contagio, que se realice una revisión de los costes de materias primas y suministros al alza que afectan directamente a la rentabilidad del negocio y entre otras muchas cosas, tener en cuenta los efectos de la reforma laboral, que dificulta la rápida contratación de personas para cubrir aumentos inesperados de demanda”, concluye Marichal.