La disposición de las mesas en restaurantes y bares tiene infinidad de opciones. Frente a las mesas tradicionales de una sola pieza, cada vez más establecimientos optan por soluciones que separan la base del tablero. Esta tendencia responde a necesidades prácticas del sector hostelero: mayor flexibilidad en el diseño; facilidad al poder reponerse una sola parte, y adaptarse a diferentes espacios y usos.

¿Por qué separar la base y el tablero?

Separar ambos elementos permite mayor adaptabilidad al negocio. Se pueden combinar materiales, acabados y tamaños según las necesidades de cada espacio, lo que facilita que se adapten a distintas zonas del local o incluso a diferentes estilos decorativos. Además, en caso de desgaste, es posible sustituir solo una parte, sin necesidad de cambiar toda la mesa.

Ventajas de estos productos

Una de las grandes ventajas de este sistema es que permite la personalización del mobiliario de forma sencilla. El restaurador puede elegir entre distintos colores, formas y materiales para lograr un ambiente acorde a la identidad visual del negocio. También ayuda a aprovechar mejor el espacio, especialmente en locales con terrazas, salones irregulares y otras zonas.

Por otro lado, estas piezas están fabricadas para resistir el uso intensivo típico de bares y restaurantes, lo que las convierte en una opción duradera y rentable. Y como se pueden desmontar, su limpieza y mantenimiento resultan mucho más sencillos.

Bases de mesa: tipos y usos

Existen diferentes tipos de materiales y formas para las bases de mesa, y estas son algunas de las más comunes:

• Hierro fundido: robustas y estables, ideales para interiores donde se busca una base sólida y duradera.
• Aluminio: ligeras y resistentes a la intemperie, muy utilizadas en terrazas y exteriores.
• Acero inoxidable: resistentes a la humedad y fáciles de limpiar, aportan un aspecto moderno.
• Pedestal central: muy prácticas para mesas pequeñas o medianas, ya que dejan espacio libre para las piernas de los comensales.

Tableros o tapas de mesa: qué material elegir

Los tableros, también conocidos como tapas de mesa, pueden ser de diferentes materiales, que se deben elegir según su uso:

• Madera: aporta calidez y elegancia. Es perfecta para interiores, aunque requiere algo más de cuidado.
• Melamina: económica, resistente y fácil de limpiar. Muy adecuada para un uso diario y continuado.
• HPL (laminado de alta presión): resiste golpes, calor y humedad. Es válido tanto para interior como exterior.
• Mármol: ofrece un acabado distinguido y exclusivo. Ideal para locales que buscan una imagen más clásica.

Aspectos a tener en cuenta

Además del diseño, es fundamental que la mesa sea estable y segura. En espacios exteriores, conviene elegir materiales que no se deterioren con el sol o la lluvia. También es importante que sean fáciles de limpiar y que su mantenimiento no suponga una complicación para el día a día del negocio.

Personalización y utilidad

Otra ventaja de este tipo de montaje de mesa es que permite adaptar el mobiliario al estilo del local. Se pueden incluir colores corporativos, grabados o acabados especiales que refuercen la identidad visual del establecimiento. Además, facilita reorganizar el espacio según la temporada o tipo de evento, sin necesidad de obras ni inversiones adicionales.

Las bases y tableros de mesa son una solución práctica, económica y con muchas posibilidades. Aportan una gran utilidad para el negocio y combinan diseño, un mantenimiento sencillo y permiten adaptar el espacio a cada momento. Una elección acertada que mejora tanto la operativa diaria como la imagen del negocio. Empresas profesionales del sector de hostelería como EME Mobiliario destacan por su gran catálogo de mobiliario para este sector.