Ramón Freixa ha inaugurado en el número 24 de la madrileña calle Velázquez su proyecto más personal y ambicioso: dos restaurantes, «Ramón Freixa Tradición» y «Ramón Freixa Atelier». Dos propuestas diferenciadas, tradición y vanguardia, y dos cocinas independientes en un mismo local. Atención a cómo se da respuesta también a las nuevas tendencias: cocina ininterrumplida, bebidas NoLo, menús veganos…

Ramón Freixa acaba de inaugurar “Ramón Freixa Tradición” y “Ramón Freixa Atelier”, dos restaurantes con alma propia que confluyen en un mismo espacio, en el cruce de Velázquez con Jorge Juan, en pleno corazón del barrio de Salamanca, en Madrid.

Se trata del proyecto propio y más personal del chef catalán, una gran apuesta gastronómica que se configura como una casa con dos almas diferenciadas, donde cada una despliega su universo culinario de forma independiente.  “Tradición” se centra en la memoria y el producto y “Atelier” en la vanguardia y el arte gastronómico.

Un doble proyecto en el que Freixa está al frente en todos los sentidos, con gran presencia, cocinando e implicado en el día a día. “Este proyecto nace desde la certeza de quién soy, qué quiero contar y cómo quiero hacerlo. Para mí, más que un reto, es una necesidad vital, una evolución natural de mi forma de entender la gastronomía”, explica.

El imponente espacio, de 600 metros cuadrados y doble altura, ha sido concebido por la interiorista Alejandra Pombo como una escenografía de experiencias, para unir gastronomía y diseño en su máxima expresión.

“Con esta nueva apertura no busco ser un sitio de moda en Madrid: las modas al fin y al cabo, son pasajeras. Me gustaría ser un referente en tradición, en producto y en alta gastronomía«, explica Ramón.

“Ramón Freixa Tradición”, restaurante de producto

En “Ramón Freixa Tradición”, el chef regresa a sus raíces con una propuesta gastronómica centrada en el buen producto y en una cocina cercana, de origen español, que nace de su historia personal, de los recuerdos de infancia y de los sabores de siempre. “El origen es el olor del pan en la panadería de mis abuelos. Es el mar, la huerta, la montaña. Es una albóndiga, una gilda, una salsa bien ligada. Es la memoria convertida en plato”, señala el chef.

Se trata de un restaurante pensado para todos los públicos, para quienes quieren reencontrarse con los sabores de siempre y para los que buscan calidad sin artificios. La entrada es toda una declaración de intenciones: se recibe al comensal con una bodega de vinos tintos a la derecha y una barra con un cortador de jamón a la izquierda.

El restaurante cuenta con una sala con capacidad para 120 comensales en la planta superior, revestida completamente en madera de raíz. La sala se articula en varios salones contiguos, cada uno con su propia decoración e iluminación, pensadas para resaltar los productos y cuidar cada detalle. También cuenta con una zona reservada que ofrece mayor privacidad.

La carta, extensa, se divide en siete apartados utilizando la mejor materia prima, de temporada y de proximidad. Va desde entradas y guarniciones hasta los postres, pasando por productos del mar y carnes y pescados frescos a la brasa, además de diversos arroces, guisos y cazuelas.

Además, en la sección “Los Favoritos de Ramón”, el chef presenta una cuidada selección de platos que reflejan su gusto personal y su dominio técnico.

La carta de vinos reúne una selección diversa de variedades y estilos, tanto del ámbito local como internacional, además de referencias por copa.

El restaurante cuenta con una barra de coctelería rodeada de espejos envejecidos y papel pintado a mano, con una oferta de cócteles clásicos interpretados desde un prisma moderno.

Con un horario de cocina ininterrumpido, Ramón Freixa Tradición abre todos los días del año, de 13:00h a 00:30h, con un servicio impecable a cargo de un equipo de 65 profesionales.

“Ramón Freixa Atelier”, una experiencia mas íntima, cercana y personal

Por otra parte, “Ramón Freixa Atelier”, es el nuevo restaurante gastronómico del chef. Una apuesta por la alta gastronomía y la cocina de vanguardia, ofreciendo al cliente una experiencia mas íntima, cercana y personal.

La sala, para sólo 10 comensales, se articula frente a una cocina vista, con una mesa en forma de “U” que permite seguir cada gesto y explicación del chef. Se trata de un espacio envolvente, sin artificios, donde el foco está en la cocina y en la conexión directa entre chef, equipo y comensal. «Este concepto de sala era imprescindible para mí; lo tenía muy claro desde el principio. Quiero que el comensal lo vea todo, que podamos interactuar con él, que sienta la cocina de cerca», explica Freixa.

Aquí se sirven dos menús degustación, “Origen” y “Origen Vegetalia” (este ultimo, íntegramente vegano/vegetariano) que estarán disponibles de miércoles a sábado, únicamente en servicio de cena. Dos menús que evolucionaránn con las estaciones y con la inspiración del chef y que estarán formados por 17 pases.

La experiencia gastronómica se completa con una carta de vinos que recorre los grandes terroirs del mundo y las joyas enológicas españolas, además de tres propuestas de maridaje, siendo una de ellas no alcohólica.

El maridaje no alcohólico oscila de la tradición mediterránea a la vanguardia líquida, evocando las raíces mediterráneas de Freixa.