/p>>Situado en el número 2 de la madrileña calle La Unión, Anticafé vuelve a latir al ritmo de la madrileña plaza de Ópera, junto al histórico Teatro Real. Tras su reforma ahora es un local multiuso y con alma, para celebrar desde reuniones de empresa a celebraciones de bodas y cumpleaños; tomar una copa y  ver la obra de jóvenes creadores; saborear un café con un buen libro o charlar entre amigos… todo un ejemplo cómo un local impulsa la cultura y la modernización de su entorno.

Salones del nuevo Anticafé
Un acogedor estilo retro y ecléctico en los salones del nuevo Anticafé

Frente a la proliferación de locales estandarizados y diseñados para facturar, hay otra vía, la de establecimientos con personalidad propia, que ofrecen nuevas experiencias, sin prisa y en un entorno muy cuidado a un cliente heterogéneo. Locales que buscan la rentabilidad a través de una oferta variada y con un horario muy amplio, pero que quieren y buscan algo más.
Este es el caso del madrileño Anticafé (Unión, 2) que inició una nueva etapa el pasado 26 de octubre y cuyo nombre ya es toda una declaración de principios. De la mano de sus actuales socios propietarios, Marto Martillos, José González y Ariane Längsfeld, vuelve a ser una seña de identidad del área de Ópera. Ahora  Anticafé no sólo sirve una línea exclusiva de coctelería o es escaparate de  jóvenes artistas: el «anti-concepto» ha generado un branding o desarrollo de marca.
Al frente, profesionales con experiencia. El barman argentino Marto Martillos, responsable de la carta de cócteles y cafetería, lleva más de 14 años «oficiando» en españa e Italia;  José González, productor de entretenimiento con ocho años de experiencia, se ocupa del marketing y de la comunicación, y la socióloga alemana Ariane Längsfeld es el punto de equilibrio. Los tres han renovado el espíritu de Anticafé y persiguen “otros 10 años de éxito”, afines a la filosofía que a principios del milenio lo elevó a bar de culto del Madrid de los Austrias.
Además Anticafé ejerce de nexo entre artistas y desarrolla su propio espíritu estético con exposiciones de fotografía, pintura e ilustración; sesiones de DJ’s; ciclos de cortometrajes y vídeo arte; charlas; work in progress de intervenciones artísticas… El renovado local propone una programación cultural tan atractiva como sorprendente, coordinada por la diseñadora madrileña Julieta Álvarez.
 Un triple espacio mágico
Los tres salones del renovado Anticafé, cada uno con su estilo, lucen ese curioso interiorismo retro y ecléctico que caracteriza al local: muebles restaurados y objetos vintage entre plantas y motivos tropicales; paredes empapeladas con modernos; materiales naturales… todos se adaptan a las franjas horarias del café, afterwork y noche y logran la atmósfera idónea para una sobremesa de trabajo o para celebraciones de bodas y cumpleaños.
El salón de exposiciones
Muebles restaurados, lámparas vintage y televisores antiguos en el salón de exposiciones

Aromas a menta y limón dan la bienvenida en el primer salón, mientras se observan las frondosas pinturas de sus ventanales, a cargo del ilustrador Ilustëo. Una pared forrada de madera al modo escandinavo se contrapone al estampado geométrico de un papel en tonos pastel pintado por Silvia Salvador y Nando Cornejo, de la firma Potipoti. Una larga mesa de madera invita a sentarse para tomar el té en una sobremesa de trabajo.
El segundo salón, el de exposiciones, acoge la programación cultural: muestras de pintura, dibujo y fotografía; también vídeo proyecciones, charlas…  Luce muebles reutilizados y objetos de otras épocas: antiguas sillas de peluquería reconvertidas en maceteros, mesas de hierro forjado que recuerdan a los jardines de los 80, antiguos aparatos de radio y televisión a punto de volver a sonar… Una atmósfera que invita, por ejemplo, a la lectura.
Gracias a la combinación de iluminaciones, colores y materiales, el salón principal inspira ambientes diferenciados para relajarse, charlar o trabajar. Es un espacio atemporal con muebles restaurados, lámparas de los años 70, abundantes plantas y una colección de curiosidades para disfrutar procedentes de exóticas aventuras y viajes adolescentes de los propietarios. No hay corsés: las sillas y sillones pueden desplazarse y transformarlo en una gran área para celebraciones con grupos numerosos.
La diseñadora Julieta Álvarez firma el estampado minimalista del papel de una de las paredes, emblema del proceso creativo y la actual imagen del local. Otras paredes lucen azulejos, en perfecta armonía. El resultado es un  contraste de luces, colores y texturas que dan lugar a una serie de espacios acogedores,  sin estilos predefinidos. Un espacio en constante evolución sonde sólo existe una regla: la sorpresa. 
Cócteles
Los coloristas y especiales cócteles que Marto Martillos prepara en Anticafé
Los coloristas y especiales cócteles que Marto Martillos prepara en Anticafé

Elemento clave del nuevo local, la carta de bebidas de Anticafé se adapta a todas franjas horarias se y renueva según las estaciones del año. La coctelería incluye cócteles con y sin alcohol, combinados clásicos y premium, zumos, y originales batidos de frutas y verduras con leche de soja y arroz. Se emplean siempre frutas y verduras de temporada, entre otros productos naturales, ecológicos y saludables, como azúcar morena no refinada, leche fresca de vacas madrileñas… Además, hay una variada gama de cafés, tés, infusiones y chocolates artesanos.
Los cócteles de Anticafé son de receta y elaboración exclusiva, servidos en bandeja por el barman Marto Martillos. La oferta es muy amplia: Mandiroska, Celerio, Pah Prika, Mojito Twist, Clementina, Creamy Russian, Banana Daikiri y Tequila Sunrise, entre otros. Son combinados de cuidada elaboración, presentación vistosa y contraste de sabores, que se completan fuera de carta con los cócteles clásicos de siempre.
Café e infusiones
El local ofrece una cuidada selección de cafés e infusiones con pastelería casera
El local ofrece una cuidada selección de cafés e infusiones con pastelería casera

Atención también a la extensa carta de tés e infusiones. Una de las especialidades es la de jengibre fresco troceado, acompañado con miel de eucalipto y limón. Ideal para acompañar una porción de la tarta casera de zanahoria; todas las tartas se elaboran a partir de recetas artesanales.
En la carta de cafetería destacan novedades como el Shakerato (café frío batido en coctelera) y el irlandés con nata fresca, sin olvidar los chocolates vegano y artesano, ambos con cacao 100% puro.
Música, por favor
La música que acompaña cada hora del día en Anticafé obedece al mismo «anti-concepto» que impregna cada detalle, desde los colores de su decoración hasta los sabores de sus cócteles. Su filosofía se basa en la investigación de nuevas músicas del mundo, y además se recopila música de otras épocas. La convivencia entre lo último y lo antiguo se refleja en una banda sonora imprevista y cambiante según pasan las horas.
Fachada de Anticafé
Fachada de Anticafé en la calle Unión. Ilustëo firma los motivos tropicales del ventanal

Finalmente, otro punto a favor de este original establecimiento es que potencia la renovación de la zona Ópera, situada en pleno Madrid señorial pero cada vez más abierta al intercambio cultural, la atención personalizada y los productos artesanales.  La energía creativa del barrio se reactiva en Anticafé, siempre dispuesto a seguir reinventándose.