Aecoc, la Asociación de Empresas del Gran Consumo, celebrar el próximo 4 de junio en Madrid el II Punto de Encuentro contra el Desperdicio Alimentario; una cita especialmente diseñada para que empresas, administraciones públicas y bancos de alimentos articulen proyectos de colaboración destinados a reducir el desperdicio de alimentos que se produce en nuestro país. La hostelería tendrá un papel protagonista.

El encuentro, que coincidirá con la celebración de la Semana Contra el Desperdicio Alimentario del Magrama, contará con destacados casos nacionales e internacionales de prevención del despilfarro, así como con los casos prácticos  de empresas que han puesto en marcha iniciativas de redistribución/donación de alimentos.
La jornada dedicará también una parte de su programa a analizar los retos a los que las empresas de hostelería deben enfrentarse a la hora de reducir este problema, con la participación de destacadas compañías y profesionales de este sector.
El II Punto de Encuentro contra el Desperdicio Alimentario de Aecoc se celebrará en la Escuela de Ingenieros Industriales de la Universidad Politécnica de Madrid, un espacio especialmente favorable al intercambio de aprendizajes entre empresas y mundo académico, que desde la Asociación se desea potenciar.
España, en el sexto lugar en desperdicio alimentario
España ocupa, según datos de la Comisión Europea, el sexto lugar de Europa en lo que a desperdicio alimentario se refiere, por detrás de Alemania, Holanda, Francia, Polonia e Italia.
En un contexto como éste Aecoc impulsa un proyecto de colaboración, pionero en Europa, por el que la industria, la distribución alimentaria, la hostelería, los operadores intermedios, las administraciones y los bancos de alimentos trabajan juntos para reducir el impacto económico, social y medioambiental de este problema.
Más de 250 compañías de todo el país participan en esta iniciativa que arroja ya sus primeros datos de partida. De acuerdo con los primeros indicadores, las empresas del gran consumo no comercializan el 2,17% de los productos del mercado. Las razones por las que esos productos no llegan nunca a venderse pueden ser variadas (errores en el etiquetado, pequeños golpes o roturas en los sistemas de envasado/empaquetado, mala previsión en un lanzamiento…) .
De ese 2,17%, el 57,49% es apto para el consumo humano y el porcentaje restante no puede utilizarse para ese fin. Además, del 57,49% que sí puede ser consumido por el hombre las empresas donan casi la mitad (27,86%), mientras el porcentaje restante se destruye o se destina a otros fines (alimentación animal, compostaje…).

Las empresas reunidas en los comités de Aecoc, en el marco del proyecto “La alimentación no tiene desperdicio, aprovéchala”, trabajan en la adopción de medidas de prevención que eviten el despilfarro de alimentos, así como en la puesta en marcha de iniciativas conjuntas que permitan que la mayoría del producto que no se vende pero es apto para el consumo se done a los bancos de alimentos y otras entidades beneficiarias.

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