Así lo ha calificado el presidente de la patronal hotelera Cehat, Jorge Marichal, en referencia al decreto de cierre de los alojamientos turísticos para evitar problemas de orden público, jurídico y sanitario. El Gobierno ha dado 7 días de plazo para la clausura de unas 16.000 instalaciones.

Profesionalhoreca, habitación de hotel

La Confederación Española de Hoteles y Alojamientos Turísticos (Cehat) ha recibido «con alivio» la la orden ministerial 257/2020 de 19 de marzo por la que se declara la suspensión de apertura al público de establecimientos de alojamiento turístico, una petición que venía haciendo la patronal hotelera desde la publicación del decreto del estado de alarma por parte del Gobierno, el pasado 14 de marzo.

Los hoteleros españoles señalaban que no se podía abocar a todo un sector económico a una situación de inseguridad jurídica «por las posibles interpretaciones que trabajadores, turoperadores, clientes y otros colectivos pudieran hacer de la situación actual en la que se encuentran los establecimientos alojativos del país».

Aunque ya desde el pasado sábado muchos establecimientos no recibían nuevas reservas, sí han estado obligados, por responsabilidad, a atender a los clientes que permanecen aún en las instalaciones, mientras estas se vacían.

Esta orden ministerial recoge excepciones al cierre global, como el de aquellos establecimientos que alberguen clientes hospedados de manera estable y de temporada, siempre que cuenten con las infraestructuras necesarias

Por ello presidente de Cehat, Jorge Marichal, califica la orden de cierre de los establecimientos de “bomba de oxígeno” para el sector, después de haber mantenido diferentes contactos estos días con responsables gubernamentales para trasladar la preocupación de la hotelería del país, más aún en unos momentos en los que se puede vivir una más que probable escalada de la curva de contagios. «De permanecer abiertos los establecimientos podrían verse afectados trabajadores y clientes, lo que impediría dar servicio a los huéspedes que permanecieran en las instalaciones, con los problemas de orden público y sanitario que esa situación podría acarrear», explican desde Cehat

El Real Decreto Ley 463/2020 del pasado 14 de marzo declaró en todo el país el estado de alarma, pero dejaba a los establecimientos de alojamiento turístico, unos 16.000 en todo el país, en una situación ambigua. A pesar de que el artículo 10.4 determina que se suspenden las actividades de hostelería y restauración, el anexo I de la citada norma exceptuaba los bares y restaurantes de los establecimientos hoteleros para dar servicio a los clientes que aún se alojan en estas instalaciones.

Cierre por orden ministerial

De ahí que Marichal insistiera en que se dejara «muy claro y por escrito» el cierre de todos los alojamientos turístico, para lo cual era necesaria la orden ministerial que finalmente ha llegado. Esta orden ministerial de Sanidad recoge excepciones al cierre global, como el referido a aquellos establecimientos que alberguen clientes hospedados de manera estable y de temporada, «siempre que cuenten con las infraestructuras necesarias en sus espacios habitacionales para poder llevar a cabo las actividades de primera necesidad y siempre que el establecimiento mantenga labores de vigilancia y seguridad».

Los empresarios hoteleros confían en que en el plazo de 7 días establecido para proceder al cierre las distintas embajadas puedan organizar los vuelos necesarios para repatriar a sus nacionales. «Esta es una acción indispensable para que los establecimientos puedan proceder al cierre sin problemas», señalan.