El restaurante MamaQuilla ha llegado a Madrid para ofrecer un viaje a diferentes países de América Latina con cada bocado, sin renunciar a los buenos cócteles, música y diversión.

MamaQuilla abría sus puertas hace varios meses en el nº 61 de la madrileña calle José Abascal. Lleva el nombre de la diosa inca de la luna y protectora de la mujer, y busca poner en valor el rico recetario latinoamericano y, en particular, la cocina tradicional de raíces, potente y con garra.

Para ello cuenta con una oferta gastronómica que transporta al comensal a los países de América Latina conectados desde hace siglos con España, desde México hasta Colombia, pasando por Brasil, Argentina o Perú.,y que incluye desde recetas conocidas hasta aquellas que forman parte de lugares remotos del continente y merecen ser contadas.

MamaQuilla es el resultado de la pasión de sus tres socios fundadores, todos ellos con amplia experiencia en el sector de la hostelería y amantes de la gastronomía, el sabor y los colores de Latinoamérica.El restaurante ofrece una cocina a fuego lento, «elaborada con tiempo y amor», explican.

Una propuesta gastro viajera

El local ofrece una experiencia gastronómica y coctelera cargo de Joaquín Serrano y Jorge Velasco, chefs ejecutivos; Luis Diez, sumiller, y Juan Olmos, coctelero. Todos jóvenes, pero con gran experiencia y creatividad que se plasma en la carta de MamaQuilla, que ofrece una selección de platos latinoamericanos elaborados con materias primas nacionales de alta calidad.

En la carta, que está diseñada para compartir, destacan platos como el patacón XXL el pescado costeño frito entero, el ceviche verde de pargo o la causa limeña en directo con carabinero. Platos fieles a la tradición, pero adaptados al siglo XXI y elaborados con técnicas modernas.

La bodega cuenta con alrededor de 120 referencias de vinos de diferentes partes del mundo. La selección de Luis Díez incluye vinos tradicionales, de autor y de grandes añadas, que acompañan a la perfección los platos de la carta.

La experiencia culmina con los cócteles elaborados por el bartender Juan Olmos, que propone cócteles atrevidos que siguen el viaje por el continente americano, utilizando rones, tequilas y mezcales. Son cócteles frescos, especiados y picantes, y que combinan técnicas modernas con sabores populares.

Un cuidado interiorismo

El interiorismo de MamaQuilla, que se presenta como una casa tradicional, ha sido diseñado por el estudio MRGO con la finalidad de transportar a sus invitados a las calles de Latinoamérica.

Cada rincón tiene una historia que contar. El Patio es la zona más informal, donde se puede comer en la barra y en mesas altas rodeados de paredes de colores y balcones adornados con flores.

La Estancia es la sala principal, donde por la noche el ambiente y la fiesta tienen un protagonismo especial. y El Primer Piso es el lugar donde se pueden celebrar eventos privados, disfrutar de una galería de arte y de más sorpresas.

En definitiva, Mamaquilla ofrece buena comida latinoamericana en un ambiente divertido, agradable y con baile está garantizado por las noches, empleando la fórmula de gastronomía y ocio que está arrasando en la capital, pero sin descuidar la oferta gastronómica