Bajo la batuta del chef Mathieu Pérez, el bar freiduría Sra. Dolores triunfa en el barrio barcelonés de Sant Antoni con su concepto de fritura ligera elaborada en churrera y su amplia selección vinos naturales de la región.

Desde su apertura el pasado mes de abril en el número 27 de la calle Marqués de Campo Sagrado, este bar freiduría barcelonés ha transformado por completo la escena gastronómica del barrio.

El distintivo de esta freiduría radica en su churrera, que se ubica detrás de la extensa barra. De allí salen las frituras que componen la carta, calculadas al milímetro para que el resultado no quede aceitoso, aunque no falta una sección crudos para desengrasar el paladar.

Bajo esta premisa, el chef y experto sommelier Mathieu Pérez, conocido por su experiencia en la bistronomía y la cultura del vino natural, ha convertido en pocos meses el Sra. Dolores en un referente de la fritura ligera acompañada con cuidados vinos.

De hecho, todo está pensado para ser maridado con su selección de vinos naturales (sobre todo regionales, incluyendo referencias del sur de Francia):

Cultura de barra

Sra. Dolores en una oda a aquellos años dorados de la hostelería española de los años 50 y 70s. El chef, originario de Perpiñán pero afincado en Barcelona, busca revivir la antigua cultura de barra y tapeo, las servilletas de papel en el suelo y el trato cercano y profesional que caracterizaban a esos establecimientos.

La carta, impresa en folios como antaño, presenta platos insignia como los churros de patata, la lasaña frita o el arrancini en sus diversas formas, y recetas tradicionales como el bacalao frito en salsa de tomate, las mini gambas fritas con salsa tandoori o el falafel casero.

Además, se ofrecen opciones crudas como la ensalada polaca o la de remolacha, a las que se suman las sugerencias del chef, que cambian según mercado, y postres como el flan de anís verde, caramelo salado o el pastel de chocolate con crema inglesa.

Homenaje a La Pasionaria

El nombre y logo del local rinden homenaje a la líder comunista Dolores Ibárruri, ‘La Pasionaria’, y las imágenes de otras 10 Dolores luchadoras decoran el local. Otras referencias a la cultura electrónica actual convierten Dolores en un espacio único y con toques kitsch.

El espacio cuenta con tres áreas para degustar amplia carta de vinos, con más de 70 referencias, y platillos: la barra, el eje del local; el comedor y una amplia terraza.

La fusión de tradición y contemporaneidad sitúa al Sra. Dolores como una friduría muy especial, donde gozar de comida y vino; mucho más que un simple bar de vinos naturales.

¿Los precios? A partir de 25/30€, dependiendo de la elección del comensal: si se conforma con unos vinos y un par de tapas, o si prefiere ostras bien regadas con alguno de sus vinos más caros…