La Asociación Española de Emisores de Vales de Comida y otros Servicios (AEEVCOS) muestra su total desacuerdo con las medidas propuestas en el Real Decreto-ley 16/2013, que supone entre otras cosas la cotización de los vales de comida, hasta la fecha exentos de cotización, y advierte que tendrá consecuencias graves para la hostelería.

Vajilla sin usar
En la actualidad se pagan con vales más de 105 millones de comidas al año y se prevé que con la nueva regulación se podría perder el 46%

Luis Diaz, secretario general de esta asociación, afirma que “esta medida creará un efecto contrario al deseado por el legislador, ya que los vales han demostrado en España y en otros países que, precisamente, son generadores de empleo y facilitan la recaudación de impuestos para el Estado».
Las declaraciones del secretario de Estado de la Seguridad Social han dejado a  AEEVCOS perpleja, ya que el vale «aporta transparencia al ser sólo válido para el fin al que se destina. El verdadero problema es el impacto negativo que puede tener la supresión de la exención acordada unilateralmente y sin consulta a los sectores afectados».

Los vales de comida suponen el 17,5% de la facturación de la restauración

Un estudio realizado por la Universidad de Barcelona, “Análisis del impacto económico de los vales comida en España”, cuantifica el impacto económico que tienen los vales de comida en la actualidad a partir del número de trabajadores que reciben vales de comida en España (600.000 personas). Así:
–  Los vales de comida suponen un 17,5% de la facturación total del sector de la restauración.
Los vales de comida son un dinamizador de la restauración, ya que no se ahorran ni se guardan y se consumen rápidamente, provocando un flujo continuo y regular de ventas que ayuda a la permanencia y planificación de los comerciantes. El 71% de los restaurantes reconoce que los vales de comida les ayudan de una forma importante a fidelizar su clientela.
– La restauración es un generador de ingresos para el Estado: debido a la actividad total generada por los vales de comida existentes, el Estado habría recaudado un total de 593M€ en el año 2010: 271M€ en concepto de IVA (84M€ procedentes del sector de la restauración de manera directa), 72M€ en concepto de IRPF, 135M€ de Cotizaciones a la Seguridad Social y 115M€ en concepto de Impuesto de Sociedades. La recaudación neta total generada superaría en 128M€ al importe total de la exención fiscal de la que se beneficia los vales de comida.
Así mismo, el estudio realizado por la Universidad de Barcelona ha analizado las consecuencias en el supuesto de que no existiera exención fiscal y/o seguridad social asociada a los vales de comida. Y determina que:
– El sector de la restauración perdería el 46 % de los usuarios de los vales comida, un total de 275.400 clientes diarios. Se perderían 48 millones de comidas anuales.

Esta medida puede suponer la pérdida de 10.059 empleos en hostelería y una bajada de la recaudación el Estado de 100 millones de euros

– La facturación se reduciría en 498 M€ y se perderían a muy corto plazo 10.059 puestos de trabajo en el sector.
El Estado verá disminuida su recaudación neta en 99 millones de euros, debido a la menor recaudación por IRPF, IVA, Seguridad Social e impuesto de sociedades de las empresas de restauración.
Esta gráfica realizada por AEECOS muestra claramente las consecuencias del nuevo Real Decreto 16/2013:

Tabla con las consecuencias de la cotización de los vales de comida

Por todas estas razones, AEEVCOS solicita que las medidas reflejadas en la Disposición final tercera del RD 16/2013 sean analizadas de forma conjunta con todos los sectores afectados y se pueda establecer una línea de colaboración con las administraciones
La patronal CEOE también se opone a la cotización de los vales de comida al considerar que la medida no ha sido consultada y que puede afectar a la creación de empleo.  
No obstante, y pese a las reiteradas protestas de empresas emisoras, hosteleros y autónomos, el secretario de Estado de Seguridad Social y la ministra de empleo han dejado claro que los beneficios sociales de los trabajadores «no deben pagarse a cuenta de la Seguridad Social», ni la competitividad de las empresas debe basarse en no pagar cotizaciones. La presión de todos los sectores afectados (empresas de vales comida, de seguros médicos o gestoras de pensiones) podría tal vez suavizar la medida.