Recientemente se presentaba en sociedad K Pilota, el «hermano pequeño» del txakoli K5, un vino de pago elaborado con uvas seleccionadas y que se ha hecho un huevo en la alta restauración.
De la misma variedad de uva, Hondarribi Zuri, nace este nuevo txakoli blanco, muy distinto, fruto de las viñas más jóvenes de la bodega.
Criado al menos 5 meses sobre sus lías en depósito de acero inoxidable a temperatura controlada, K Pilota 2015 es un vino de color amarillo verdoso pálido, brillante, limpio y cristalino. En nariz muestra una intensidad alta, con notas de manzana reineta y otras minerales propias del terruño. Destacan los cítricos y las notas de flores blancas como la manzanilla.
En boca, su gran volumen lo convierte en un vino redondo y glicérido, pero con toda la frescura, la acidez y el carácter atlántico de los txakolis.
Nacido en la localidad de Aia, a 300 m de altura sobre el Cantábrico, K Pilota 2015 no tiene la ligera aguja que caracteriza a los txakolis guipuzcoanos, pero recuerda inevitablemente a los txakolis «de antes». «Hemos querido hacer lo que se hacía en Getaria hace muchos años, sin desvirtuar la materia prima, la uva que transmite el paisaje, y trabajar de la manera más natural posible», explica Lauren Rosillo, el enólogo de la bodega.
«Hemos apostado sin reservas por la Hondarribi zuri, que tiene más extracto que una Viura o un Verdejo», señala este profesional, autor de vinos de referencia en otras Denominaciones de Origen, que considera al txakoli K 5 como «el mejor blanco que hago» y que defiende que el vino esté íntimamente ligado al terruño. «Hay que intentar evitar la globalización. La tierra es lo que realmente nos diferencia, lo que nos hace únicos».
K Pilota, cuyo nombre es todo un homenaje a la pelota vasca, es un txakoli fresco, suave y brillante, perfecto para el poteo en barra, como aperitivo o para degustar con unos pintxos o una comida informal. Es un perfecto compañero de tapas, sushi, mariscos, pescados y carnes blancas; un vino, en definitiva, para disfrutar «y que va a envejecer muy bien en los próximos 3-4 años, gracias a la crianza sobre lías», subraya el enólogo. Su PVP se sitúa entre los 6-7 euros, con una excelente relación calidad/precio.
Un nuevo vino de la bodega K 5, proyecto iniciado en el año 2005 de la mano del chef Karlos Arguiñano junto a otros amigos y profesionales con el fin de elaborar un txakoli 100% Hondarribi Zuri. La bodega, diseñada por los arquitectos Alonso & Balaguer. está adscrita a la Denominación de Origen Getariako Txakolina.
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>K Pilota es el nuevo txakoli de las Bodegas K 5, impulsadas por el televisivo chef Karlos Arguiñano. Fresco y vital, con una excelente relación calidad/precio, es perfecto para degustar en barra, como aperitivo o acompañando a comidas ligeras.