/p>>Hostelero, apúntese estas dos referencias de Erlenbacher: Pastel crujiente de yogur y mango y Plancha Marmoleada de cereza. Han recibido sendas medallas de oro por parte de la prestigiosa Sociedad Alemana de Agricultura (DLG), la máxima distinción de esta organización establecida en 1885.

Dos oros que vuelven a reconocer la alta calidad de los productos de pastelería que esta casa alemana ofrece a la hostelería.

Los expertos independientes del centro de pruebas de la DLG (Deutsche Landwirtschafts-Gesellschaft – Sociedad Alemana de Agricultura) llevan a cabo un exhaustivo análisis sensorial de los productos, en el que valoran sus características organolépticas: aspecto, aroma, sabor y textura. Cada año, el jurado premia los mejores productos de cada categoría. Sólo los que cumplan con todos los requisitos de calidad y puntuación máxima se llevan el oro.
La DLG analiza cerca de 30.000 productos al año, con el objetivo de promover la calidad de los alimentos. Por su experiencia e independencia sus valoraciones tienen un gran prestigio, tanto en la distribución como entre los propios consumidores.
Este año, en la categoría de pan, bollería y pastelería, Erlenbacher ha recibido dos medallas de oro por su Pastel crujiente de yogur y mango y por la Plancha marmoleada de cereza. 
Para realizar el Pastel crujiente de yogur y mango, que la firma presentó el verano pasado, sólo se emplea nata fresca de primera calidad recién montada, lo que le aporta una consistencia suave y ligera y un sabor cremoso. Entre dos capas de bizcocho de almendra va una capa de crema clara con trocitos de galletas que le aportan su textura crujiente. Por encima va un relleno de mango, yogur y nata, otra base de bizcocho de almendra y una capa de yogur y nata con un acabado de trozos de mango. Suave, refrescante y liegro, esta tarta tiene 28 cm de diámetro, se presenta entera (sin cortar) y tiene un peso de 2.600 g.
Por su parte, la Plancha Marmoleada de Cereza, muy atractiva con su contraste de colores, ofrece un esponjoso bizcocho claro-oscuro con  «tropezones» de cerezas, y va recubierta de gelatina de fruta. Se presenta precortada (16 porciones) y tiene un peso de 1.850 g.

Ambas referencias se ofrecen congeladas, listas para servir, y destacan por su carácter artesanal, muy apreciado por los hosteleros, ya que en Erlenbacher muchos procesos se hacen todavía a mano. Todos sus pasteles carecen de aditivos, conservantes, colorantes o grasas y aceites hidrogenados; sólo se emplean aromas naturales, lo que se percibe en el sabor. 
Estas dos referencias no son las únicas premiadas por la DLG; en ediciones anteriores han recibido medallas de oro otro productos de Erlenbacher como la Tarta de manzana premium, la Plancha de fresas y crema de leche; la Tarta de fresa artesana; el Pastel de queso-nata con frambuesas, y la Plancha de queso fresco y nata con fresa, sin gluten y sin lactosa.
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