Gobierno, patronales y sindicatos trabajan intensamente para intentar paliar los graves efectos de la quiebra del touroperador Thomas Cook en el sector turístico vacacional español. De entrada, las empresas afectadas podrán aplazar de forma temporal los pagos a la Seguridad Social como medida para preservar el empleo.

Profesionalhoreca. Thomas Cook

Ha sido la crónica de una muerte anunciada. Desde hace año y medio la situación financiera de Thomas Cook era muy grave, con un pasivo superior a los 1.200 millones de euros. La empresa británica negoció hasta el último momento refinanciar su deuda, sin éxito, y presentaba la quiebra el primer lunes de otoño, justo pasada la temporada alta.

El fin del touroperador más antiguo del mundo dejó atrapados a 43.500 turistas sólo en Baleares. La repatriación, escalonada y sin problemas, de 150.000 turistas británicos en todo el mundo con aviones fletados por el Gobierno británico es signo de que el operativo estaba preparado desde hacía meses.

La caída del gigante afecta a 600.000 personas que habían comprado o reservado con el touroperador, y de entrada ha acabado con 21.000 empleos, sin contar con el efecto cascada que se va a producir en los destinos a los que enviaba más clientes. En España, la gran perjudicada es Canarias, donde la temporada alta empieza justamente en octubre y se prolonga hasta Semana Santa.

No todo son malas noticias. Hay alivio porque se han salvado dos aerolíneas de Thomas Cook: Condor, filial alemana que se ha desprendido de la matriz y que se ha mantenido a flote gracias a la ayuda del Gobierno alemán), y Airlines Scandinavia, también rescatada gracias a un préstamo del gobierno noruego.

El gran beneficiado con la desaparición de Thomas Cook es el touroperador alemán Tui, que en la última semana ha subido más de un 10 % en la Bolsa de Frankfurt, así como las aerolíneas británicas EasyJet y Jet2, que podrán hacerse con la cuota de mercado que deja libre Thomas Cook en los aeropuertos del Reino Unido.

¿Y los hoteleros? Thomas Cook pagaba a 90 días, por lo que llevaban sin cobrar desde el mes de julio. Muchos de Baleares han adelantado el cierre; la incertidumbre es mayor en Canarias. Su capacidad para recuperarse dependerá directamente de su grado de dependencia de Thomas Cook. De momento el presidente de Canarias, Ángel Víctor Torres, ha afirmado que las empresas afectadas por la quiebra de Thomas Cook podrán aplazar de forma temporal los pagos a la Seguridad Social como medida para preservar el empleo.

¿Adiós al paquete vacacional?

Como ha indicado Thomas Cook en su página web, «las condiciones marco en el mercado turístico» son la causa del cese de su actividad. Lo cierto es que los problemas que ya arrastraba la compañía, con una deuda y pérdidas millonarias, están directamente relacionadas con el declive de su propio modelo de negocio. Con la llegada de Internet la forma de consumir turismo está cambiando a pasos agigantados, pero el turoperador seguía operando como en los años 80.

Hoy en día, el mayor acceso a la información y a la tecnología permite al consumidor diseñar sus viajes a medida desde la red, y buscar experiencias personalizadas. Un modelo radicalmente opuesto al paquete vacacional cerrado y estandarizado de los touroperadores.

También han contribuido a la quiebra de Thomas Cook otros factores como la incertidumbre y la devaluación de la libra provocada por el Brexit, el auge de de las OTAs o plataformas de reservas on-line como Booking o Airbnb, el aumento del precio del combustible o el encarecimiento de los hoteles. Incluso la ola de calor de 2018 hizo que muchos turistas del norte de Europa ni viajaran.

Gracias, turistas británicos… y bienvenidos de nuevo

Los hoteleros españoles, agrupados en la Confederación Española de Hoteles (Cehat) y sus asociaciones provinciales, no ocultan su profunda preocupación por la gravedad del problema y quieren manifestar su aprecio «a los turistas británicos, piedra angular del turismo español, y a los turoperadores, plataformas y agencias de viajes que planifican y coordinan su llegada a España desde hace décadas. Thomas Cook ha significado mucho en el desarrollo de nuestras infraestructuras, de nuestras instalaciones hoteleras y de la oferta turística de nuestro país, por lo que es muy triste comprobar el deterioro de la empresa centenaria», señalan.

Por ello consideran necesario «poner en marcha, de manera urgente, una campaña de comunicación en el Reino Unido en la que quede claramente de manifiesto el agradecimiento del turismo español a los visitantes británicos y el deseo de que sigan apostando y confiando en España para sus vacaciones. Los destinos turísticos, nuestras playas, nuestros hoteles y restaurantes, nuestra gente, nuestros miles de puestos de trabajo no son responsables ni culpables de la discutida gestión de los últimos años de una gran empresa como Thomas Cook». 

Los hoteleros lamentan la imagen dada en los medios de la “mayor repatriación desde la segunda Guerra Mundial, intentando dar la impresión que parecen que huyen de nuestro país, como si aquí hubiera habido un cataclismo. Nada más lejos de la realidad», señalan. «Una gran parte de los turistas que contratan con turoperadores gozan de un seguro que les cubre poder disfrutar de su estancia. Respecto a los que no están cubiertos con algún tipo de seguro, nuestros profesionales turísticos y hoteleros están haciendo, con enorme derroche de generosidad, todo lo que está en su mano para minimizar los perjuicios de la decisión tomada desde Gran Bretaña, siendo un ejemplo a imitar por otros muchos destinos turísticos del mundo».

«Los británicos y el resto de europeos, así como los visitantes de países fuera del área Schengen, saben que nuestro país está preparado para acogerles en sus vacaciones, y que espera recibirles con sus brazos abiertos tal y como siempre han hecho desde hace muchas décadas, luchando permanentemente por seguir siendo el primer destino del mundo en competitividad», señalan desde Cehat.

Lo cierto es que nos hayamos una coyuntura compleja marcada por un inminente Brexit, la recesión de la economía alemana y un contexto internacional cuanto menos complicado.