España acabó 2021 como potencia turística europea con los precios más altos de la luz, y hoy continúa siendo la tercera. Mientras otros países como Italia, Francia, Polonia, Grecia o Alemania han implementado medidas de apoyo al turismo ante la crisis sanitaria, el aumento de los precios y la guerra de Ucrania, en España todavía no se ha adoptado ninguna, denuncia Competur.

España es el segundo país con mayor afluencia de turistas entre los miembros de la Unión Europea, solo por detrás de Francia. Sin embargo, está en una situación de desventaja competitiva con respecto a otros destinos rivales que ya han implementado medidas para hacer frente al conjunto de crisis con los que se ha iniciado el año 2022.

Profesionalhoreca, países con el IPC más elevado, gráfica de Competur

Así lo revela el estudio “Medidas de choque en Europa para apoyar al sector turístico frente a la inflación” elaborado por Competur, alianza española por la competitividad turística, que señala que España es, según Eurostat, el segundo país con el IPC más elevado de los 27 miembros de la Unión Europea y, a su vez, en febrero se mantiene como el tercer país en el que el precio de los alimentos es más alto, con un crecimiento interanual de los precios a un 5%.

Además, nuestro país cerró 2021 como el país con la mayor inflación energética de entre los analizados, y se mantiene en 2022 como el tercero en niveles de precios de la energía, de acuerdo a Eurostat.

Profesionalhoreca, inflación energética em UE, gráfica de Competur

Ante estas cifras, el sector alerta de que en España la energía representa entre el 8% y el 10% de los costes, «por lo que una subida de un tercio puede provocar un aumento de entre el 2% y 3% de los gastos fijos en las empresas del sector».

Emilio Gallego, secretario general de la patronal Hostelería de España, miembro de Competur, explica que “en hostelería el incremento generalizado de los costes puede suponer una pérdida de entre  3 y 4 puntos en el ajustado margen de los negocios».

Sin medidas de apoyo al turismo

Desde Competur denuncian que España todavía no ha adoptado medidas de apoyo al sector turístico «ante la difícil situación generada por el alza de precios», mientras que países como Polonia, Alemania, Italia, Grecia o Francia, también afectados por el aumento de precios, han impulsado nuevas medidas y mantenido muchas de las las implantadas para la protección del sector turístico durante la pandemia.

Así, por ejemplo, Polonia ha desplegado un escudo anti-inflación que incluye la eliminación temporal del IVA aplicado a los alimentos, anteriormente fijado en un 5%, e Italia ha lanzado un plan de choque dotado con 10.200 millones de euros para, entre otras medidas, reducir el IVA energético. Por su parte, Alemania y Grecia han mantenido las reducciones aplicadas al IVA del sector turístico durante los peores momentos de la pandemia, manteniendo los porcentajes de estos al 7% y 13%, respectivamente.

También se han invertido importantes cuantías para financiar al sector a través de ayudas directas. Es el caso del Fondo Nacional del Turismo italiano, dotado de 1.786 millones de euros. Francia también ha abierto dos líneas de financiación: un fondo de solidaridad de 10.000 millones de euros y un Plan de resiliencia frente a la crisis ucraniana de 20.000 millones de euros.

Urgen medidas de choque

El sector turístico español «agradece al Gobierno las medidas adoptadas hasta el momento» pero en este escenario de desventaja competitiva considera que es preciso un plan específico de impulso del sector turístico español para mantener el empleo y hacer frente a los retos actuales y futuros, señalan desde Competur.

La entidad ya se ha reunido con miembros del Gobierno y los grupos parlamentarios para hacer llegar estas demandas del sector turístico. “El sector necesita conseguir ingresos o disminuir costes directos en un momento de demanda deprimida para poder seguir operando y manteniendo el empleo directo e indirecto”, afirma Ramón Estalella, secretario general de la patronal hotelera Cehat.

Así, desde Competur, se proponen tres ejes fundamentales para el desarrollo del mismo:

  • Ayudas directas, que han demostrado ser una medida crucial para la viabilidad de numerosos sectores durante los momentos más difíciles de la crisis sanitaria, mientras que los bonos al consumo fomentarían la demanda.
  • Medidas para la reducción del IVA, como el establecimiento de un tipo superreducido temporal para la hostelería
  • Una rebaja a los impuestos especiales que gravan al consumo de productos servidos en hostelería, como la cerveza, que supone entre el 25% y el 40% de los ingresos en hostelería.

Jacobo Olalla Marañón, director general de Cerveceros de España, señala que “el sector de la hostelería, duramente castigado por la pandemia, va a tener un papel fundamental en la recuperación de la economía y del empleo. También va a ser clave en la recuperación del sector de la cerveza. Por ello, es primordial recuperar una hostelería competitiva, y sin restricciones pero segura, y contar con una estabilidad fiscal que no frene el consumo en la hostelería”.