La Pepita Burger Bar, cadena gallega especializada en hamburguesas premium, prevé retomar la expansión de sus restaurantes en el segundo semestre del año con nuevas aperturas, tanto propias como franquiciadas, en las principales capitales de provincia españolas.

Profesional horeca, local de La Pepita Burger Bar, nuevas aperturas
La Pepita Burger planea la apertura de nuevos locales durante el segundo semestre

La Pepita Burger Bar abría recientemente su octavo restaurante en la provincia de Pontevedra, en la localidad de Cangas de Morrazo.

La cadena tiene actualmente 23 restaurantes operativos en toda España, cifra que espera incrementar en los próximos meses con nuevas aperturas, tanto propias como franquiciadas. Sus principales focos de interés están centrados en Alicante, Castellón, Gijón, Zaragoza y la Comunidad de Madrid.

De origen gallego, la cadena de hamburgueserías, que celebra su décimo aniversario, ha logrado hacerse un hueco en uno de los segmentos más competitivos de la restauración gracias a un modelo de negocio que apuesta por la calidad. Se trata además de un modelo de negocio de fácil gestión, que cuenta con el respaldo global de la central, que proporciona a cada establecimiento las herramientas y el soporte necesarios para su correcto funcionamiento.

Una carta que apuesta por las DO y las IGP

La Pepita continúa incorporando novedades a su carta, con una oferta de más de 20 hamburguesas gourmet, elaboradas en el momento a base de productos con Indicación Geográfica Protegida (IGP) y Denominación de Origen (DO), procedentes de proveedores cuidadosamente seleccionados.

Con la ternera como protagonista, además tiene hamburguesas de buey, chuleta, cerdo ibérico y pollo para los carnívoros y una selección de pescado, verduras y legumbres, que se mantiene siempre en movimiento con la incorporación permanente de novedades. No faltan recetas veganas y vegetarianas, así como propuestas para personas con intolerancias alimenticias.

Apuesta por la sostenibilidad

La Pepita garantiza platos comprometidos con el medio ambiente. Por ejemplo, las patatas fritas gruesas son caseras y cortadas a mano, y las salsas son recetas originales de la casa, sin conservantes ni colorantes.

Respecto a su propuesta de burgers, las de ternera están elaboradas con 180 gramos de carne de vacuno rubia gallega certificada. Para las burgers de buey se utilizan los cuartos delanteros y falda de buey criado en libertad, alimentado de forma natural y con una media de edad de siete años, con el sello de calidad de El Capricho, que ofrece una de las mejores carnes de buey.

El pan es fresco y artesano, de masa madre, elaborado en cada establecimiento por un panadero local. hay también pan sin gluten y opciones veganas y sin lactosa.

Y en el servicio take away se emplea un packaging 100% compostable. Además, todos los restaurantes trabajan bajo unos procesos que reducen al máximo el desperdicio de alimentos.

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