Llega a la capital este establecimiento que es el proyecto más personal de César Galán, ex-propietario de Lydia’s Smokehouse. Samo’s BBQ rinde homenaje al mundo de las barbacoas a través de asados y ahumados, bocadillos inspirados en los food trucks y las icónicas smashed burgers.

Prfesionalhoreca, César Galán es el propietario de Samo's BBQ
César Galán es el propietario de Samo’s BBQ

Samo’s BBQ llega a Madrid desde el deseo de su propietario de querer realizar su propio sueño americano. y rendir un homenaje a John Malek, que le descubrió el auténtico universo de las barbacoas americanas. «Con él monté Lydia’s Smokehouse, en Ibiza, uno de los proyectos más bonitos de mi vida, no solo por lo que compartimos juntos, sino también porque fue mi compañero durante la ardua tarea de abrir en Ibiza dos locales durante la pandemia», explica César Galán, alias Samo.

Y el sueño se ha hecho realidad. Ubicado en el barrio de Chamartín, el espacio de Samo’s BBQ está inspirado en la la típica cabaña de ultramarinos que se encuentra en las zonas pantanosas de Estados Unidos.

El local cuenta con un imponente horno de leña de 600 kg de capacidad, fabricado a mano por un herrero artesano, que permite asar hasta 100 costillares a la vez. «Todo lo que pasa por mi restaurante se cocina con madera, no con electricidad», explica Samo.

Auténtica barbacoa americana

Entre las propuestas gastronómicas que pueden degustarse en Samo’s BBQ destacan los asados como el ‘brisket‘ o las costillas con aroma de café o con una salsa barbacoa a la que da vida el azúcar de frutas de temporada; así como un pulled pork hidratado con Gold Sauce, elaborada con mostaza.

Prfesionalhoreca, costilla de Samo's BBQ
Las costillas requieren un tiempo de entre 4 y 6 horas de asado

«Ninguna de nuestras recetas es una ciencia exacta», indica Samo, que explicaque «cada pieza es un mundo. Mientras un brisket puede tardar entre 14 o 16 horas, las costillas requieren un tiempo de entre 4 y 6 horas. A su vez, el pulled pork demanda alrededor de 7 y 9 horas de elaboración».

«Nunca se sabe exactamente cuánto tiempo requiere cada cocción, por lo que nuestro Pit Master entra a la cocina de madrugada para estar pendiente de todo el proceso, que empieza con el encendido del horno y los procesos de salmuera y aliños secos».

Las jugosas smashed burgers (Cheeseburger, Pork Ribs Burger y Buffalo Burger) están elaboradas con carne picada procedente de cuatro partes de la vaca. «No son partes nobles, sino que tienen un índice de colágeno muy alto, reforzado por una grasa bien curada«. Se sirven con pan brioche, al que se incorpora fécula de patata para que se sostenga mejor en cada bocado y no se reblandezca por las salsas o la humedad de la carne.

No faltan bocadillos como Philly CheesesteakPastramiLobster Roll o el Cubano; todos ellos se pueden degustar acompañados de ‘sides’ como col salad, Mac & Cheese y beans. Tanto las hamburguesas como los bocadillos se elaboran a la plancha con materia prima ahumada.

Para terminar, un Key Lime pie como postre, una de las estrellas de la casa.

Para regar la potente oferta cárnica, nada como el centenar de referencias de whiskeys y bourbons, acompañados de limonada casera, cócteles clásicos y hasta 15 referencias de cervezas cuidadosamente escogidas. «La cerveza americana por excelencia es la Budweiser, por la que es nuestra protagonista. Pero también contamos con otras marcas, como Alhambra roja, por el tiempo que pasa en barrica madera», explica el propietario.

Samo’s BBQ cuenta también con una tienda en el que se pueden adquirir camisetas, camisas y delantales con el merchandising de la marca o una selección de los productos con los se hidratan y especian los asados.

Homenaje a todas las barbacoas americanas

Prfesionalhoreca, horno de leña de Samo's BBQ
El horno de leña de 600 kg de capacidad, fabricado por un herrero artesano, permite asar hasta 100 costillares a la vez

Samo’s BBQ hace suya la antigua técnica de los esclavos afroamericanos, que llegaban en barcos a EE UU para dar servicio a la gente noble en la zona sur y centro de los Estados Unidos de América. «Ellos trabajaban los campos de algodón mientras ellas, se dedicaban al cuidado de los hogares. Sólo se les permitía comer las partes más duras de las vacas. Para sacarles el máximo provecho, las asaban y ahumaban a baja temperatura con madera muchas horas (sin carbón) para dejarlas más suaves y jugosas», explica Samo.

Esta práctica, con el paso del tiempo, se ha convertido en una técnica muy utilizada en los restaurantes de EE UU. «En Samo’s nos enorgullecemos de ser un lugar en el que llevar a cabo nuestro propio homenaje a todas estas barbacoas americanas que tanto han aportado a la historia del país», añade el propietario.