Javier de las Muelas vuelve a la capital y abre de nuevo Dry Martini en la emblemática Casa Gallard, junto al Club Allard. Luce una barra de 10 metros, reservado y un espectacular interiorismo…
Javier de las Muelas, referente mundial en coctelería, ha abierto las puertas de Dry Martini by Javier de las Muelas: The Bar en Madrid.
Tras culminar una trayectoria de 13 años en el Gran Hotel Meliá Fénix de la capital, este nuevo proyecto se ubica en el histórico edificio Casa Gallardo, en la intersección de la calle Ferraz y la plaza de España, y su objetivo es convertirse un clásico de la coctelería.
El establecimiento ofrece a sus clientes una amplia carta que rinde homenaje a los cócteles clásicos, con el Dry Martini como piedra angular, aunque sin desdeñar la vanguardia.
Según explica Javier, «en Madrid el bar forma parte del día a día de las personas: aquí ríen, lloran, se enamoran, etc. Por ello, aparte de hacer disfrutar con la coctelería, lo que me importa es formar parte de la vida de la gente. Ese es el pilar del nuevo Dry Martini, que nace para ser el Bar con mayúsculas al que todos quieran ir y donde quieran estar.»
Un cuidado interiorismo
Situado en el mismo edificio que alberga El Club Allard, dirigido por el chef Martín Berasategui, el nuevo Dry Martini ocupa un espacio restaurado por el interiorista Francesc Pons que destaca como un enclave de lujo y glamour.
La decoración del local recrea una atmósfera de gran coctelería clásica y palaciega, con tonos burdeos, ocre, negro y marrón, donde materiales como latón, cuero y laca piano se combinan con sillas y butacas tapizadas en terciopelo y estampados llamativos de Liberty.
Los grandes ventanales que dan a la calle Ferraz están elegantemente enmarcados con cortinas sofisticadas, mientras que cuatro lámparas de araña cuelgan del techo, añadiendo un toque distintivo al ambiente.
Pero la verdadera joya del Dry Martini madrileño es su impresionante barra de diez metros, lacada en negro, que es un homenaje al primer local de Javier, Gimlet (1982). La barra cuenta con un área central exclusiva para la preparación del icónico Dry Martini, desde su versión clásica hasta las más innovadoras.
Para aquellos que prefieran disfrutar en un entorno más tranquilo, el local ofrece cómodos sofás y mesas bajas que invitan a la conversación. No falta el mítico Dry Martini Counter, el marcador luminoso que lleva la cuenta de cada Dry Martini servido en el local al igual que en las otras sedes del mundo.
El arte es otro elemento fundamental en el establecimiento. El pintor madrileño Jorge Diezm ha dejado su huella en un cuadro de seis metros ubicado detrás de la barra. Este cuadro, dividido en tres partes, rinde homenaje al mundo onírico tanto del autor como de Javier de las Muelas.
Las paredes del Salón Marie Brizard, el reservado ideal para tertulias, tambien exhiben cuatro de las obras más representativas de la colección de pintura y fotografía dedicada al universo del Martini, una colección que Javier ha ido construyendo a lo largo de los años y que incluye obras de diversos artistas, como Mel Ramos, Keith Haring, Romero Britto, Miquel Barceló, Ceesepe, Jordi Labanda, Carlos Saura, Ramon Condé o Aguilar Alcuaz.
La coctelería auténtica
Con un aforo para 90 personas, Dry Martini Madrid ofrece una experiencia de coctelería auténtica, impregnada de la cultura del bar, que es el epicentro de la vida social, lo que se ve reflejado en el servicio exclusivo y de alta calidad que caracteriza a todos los establecimientos de Javier.
Hay también planes para organizar eventos variados, ya que, según el propio Javier, los bares son dinamizadores de las relaciones sociales: «la parte emocional es fundamental en la hostelería y, para mí, en la coctelería especialmente. El equipo debe percibir qué necesita el cliente en cada momento; una mirada o un gesto debe ser suficiente para que captemos en qué punto se encuentra y qué necesita de nosotros. Los bares son iglesias; la barra, el altar; el barman, el sacerdote; los clientes, feligreses, y el cóctel, la ofrenda».
La carta de Dry Martini Madrid
La carta del Dry Martini madrileño ofrece una experiencia coctelera completa, que combina lo clásico con lo innovador. Además del icónico Dry Martini, los clientes pueden disfrutar de versiones vintage y de cócteles creativos, como Bamboo, Martínez o Mezcaltini.
Para los más atrevidos, los «Excentrics Cocktails» ofrecen propuestas audaces, como Carnyvore (servido en una planta carnívora), Fugu (con una copa en forma de pez globo), Lost in Traslation (un homenaje a Tokio y la película homónima) o The Pipe (servido en una pipa de cristal).
Los «Signature Cocktails» presentan opciones más delicadas, como Drive Me Crazy con cava, Scented Negroni con un toque amargo, Under the Sun con sirope de mandarina y zumo de lima, y Wasabi Mule con un toque japonés. Los clásicos como el Bloody Mary, Mojito, Caipirinha, Manhattan y Pisco Sour también ocupan un lugar destacado en la carta.
No faltan cócteles sin alcohol, y la oferta se completa con una extensa selección de destilados exclusivos,, así como una variedad de licores y cremas, cervezas, vinos y bebidas y mixers tanto con alcohol como sin él.
En el apartado gourmet, los clientes tienen la opción de disfrutar de un exclusivo maridaje: cócteles y caviar prémium. Se ofrecen cinco tipos de caviar: Persicus, Beluga, Osetra iraní, Osetra 00 ahumado y amur Osetra que se recomiendan acompañar con cinco cócteles especialmente pensados para acompañarlos.
