En su nuevo y esperado informe «Tendencias para 2024: En el filo de la esperanza», Marian Salzman revela 24 tendencias que van a dar forma a nuestro mundo en el próximo año y en los siguientes, y que pueden servir de inspiración al sector turístico y hostelero, entre muchos otros.

La especialista en tendencias Marian Salzman, vicepresidenta senior de comunicaciones globales de Philips Morris Internacional, lleva desde 1997 ofreciendo cada año una hoja de ruta para avanzar hacia el futuro.

De entre las 24 tendencias que adelanta para 2024 resalta una conexión que las une: «Existe un hilo invisible que conecta a todas ellas: la búsqueda mundial de la cordura, el consuelo y las soluciones», explica la autora.

Profesionalhoreca, informe "Tendencias para 2024: En el filo de la esperanza", Marian Salzman

Los profesionales de la industria turística y hotelera han de tener muy en cuenta algunas de estas tendencias (si no todas):

Ciudades más verdes

Hay gran preocupación por mitigar el impacto del calentamiento global en las ciudades, cuyos pavimentos, tejados y otras superficies absorben el calor y contribuyen a crear islas calientes, aumentando las temperaturas, la contaminación atmosférica y las enfermedades y muertes relacionadas con el calor.

¿Cómo solucionarlo? En parte, incrementando los espacios verdes y adaptando las infraestructuras para que repelan el calor en lugar de absorberlo. Para ello hay que invertir en tejados que reflejen la luz solar, corredores verdes, jardines en las azoteas y, a veces, en lo más sencillo y efectivo: mucha pintura blanca, que rebota los rayos del sol y reduce consideravlemente la temperatura.

Otra solución para combatir el calentamiento son los microbosques que ya están creciendo en decenas de ciudades de todo el mundo: bosques diminutos (pueden tener un tamaño de tan sólo 3 metros cuadrados) y muy densos, con una gran biodiversidad, capaces de capturar carbono, enfriar las zonas urbanas, mitigar las inundaciones y el calor y proporcionar hábitats saludables para aves, insectos y otros animales vitales para la salud del ecosistema. Y ojo: crecen 10 veces más rápido que un bosque normal.

Atención a la generación Zeta

Tras décadas de acelerada cultura del ajetreo que caracteriza a la sociedad moderna, la Generación Z pide un alto: No más. Entre las tendencias que arrasan en esta nueva generación está la de «pudrirse’ literalmente en la cama (pasar largos periodos bajo las sábanas mientras se está despierto) y optar por el tiempo muerto (periodos de ‘recarga’ con cero interacción social, incluidos hablar y enviar mensajes de texto).

Estos jóvenes rechazan la hiperproductividad y la competitividad en favor de la relajación y la tranquilidad. Algo que, ojo, se traslada también al mundo laboral, donde muchos jóvenes prefieren trabajos con poca responsabilidad y estrés.

Hogares unipersonales

Los hogares unipersonales crecen en todo el mundo. Según la ONU, el 35% de los hogares del mundo serán unipersonales en 2050, frente al 23% de 1985. En Escandinavia, más de cuatro de cada diez hogares ya son unipersonales.

Este cambio ha precipitado varias tendencias, ya que las empresas intentan satisfacer las necesidades de los ‘solitarios’, lo que se ve en desde el auge de los juegos de mesa para una sola persona hasta el aumento de la oferta de viajes en solitario, pasando por las raciones individuales de alimentos o los chatbots personalizados de IA. En concreto, se prevé que el mercado mundial de estos chatbots o «compañeros digitales» crezca a un ritmo asombroso, de 5.400 millones de dólares en 2023 a a 15.500 millones de dólares en 2028.

En 2024 habrá más debate sobre si los ‘compañeros digitales’ ofrecen una cura muy necesaria para la soledad o dañarán aún más las habilidades sociales.

Otro tipo de trabajadores

Esta tendencia habla de cómo se reduce ligeramente la brecha entre los que tienen un título universitario y los que no. En 2024 se espera que más empresas eliminen los requisitos de titulación para el empleo y que más estudiantes de secundaria opten por prescindir de la universidad en favor de programas de certificación profesional y aprendizaje.

Lo próximo: habrá más empresas que contratan a personas basándose en su mentalidad de resolución de problemas (gracias a la IA) en lugar de en su titulación universitaria, y habrá una mayor atención a los programas corporativos de mejora y reciclaje para retener el talento.

Los seniors se lo montan

Los mayores de 65 años representan aproximadamente el 10
de la población mundial.
Se prevé que esa proporción aumente hasta el 16% en 2050 y el 24% en 2100, lo que supone una amplia gama de implicaciones, sobre todo en lo que respecta a dónde, cómo y con quién vivirán todos estos adultos mayores.

A partir de 2024 veremos cómo se consolida la tendencia de las personas mayores a agruparse en comunidades, tanto reales como virtuales, para afrontar los retos del envejecimiento. Entre otras novedades, habrá un aumento de la vida semicomunal, comunidades de viviendas compartidas para mayores que integran espacios de vida privados y zonas comunes.

Además de proporcionar comunidad y camaradería, estas opciones de vivienda pueden permitir a los mayores poner en común sus recursos, compartiendo los gastos de transporte, mantenimiento del hogar y el jardín, e incluso los servicios médicos.

Con la ayuda de la inteligencia artificial, la monitorización del hogar, la atención médica a domicilio y los asistentes domésticos virtuales también ayudarán a más personas a envejecer en casa, conectadas y seguras.

Otras tendencias a tener en cuenta:

  • El surgimiento del quinto poder. En esta última década han cobrado protagonismo fuentes de poder no tradicionales, como las redes sociales y los blogs. Ahora, como «propietarios» de esta esfera de influencia, los ciudadanos del mundo trabajarán juntos para ejercer este poder para el bien y combatir la desinformación.
  • Freno a la cultura del automóvil. Ciudades de todo el mundo volverán a situar a las personas en el centro de la planificación urbana a través de zonas peatonales sin coches, párquines reacondicionados, medidas para aminorar el tráfico, incentivos económicos para las bicicletas eléctricas, etc.
  • La sabiduría de los ancestros. En todo el mundo se adoptarán y valoraránherramientas y técnicas del pasado, como la recuperación de antiguos huertos forestales y prácticas agrícolas para reparar el daño causado por las técnicas modernas de uso del suelo. «La sabiduría extraída de las páginas de un antiguo texto médico podría incluso ser la clave para resolver la creciente amenaza de la resistencia a los antibióticos», señala Salzman.
  • Salir a la naturaleza: Nuestra especie está programada para buscar conexiones con la naturaleza, pero la inmensa cantidad de horas que los humanos modernos pasan en interiores lleva a sentimientos de aislamiento e incluso de miedo al mundo natural. «En 2024, que no os sorprenda que más escuelas, gobiernos y comunidades se pongan serios a la hora de sacar a la gente al exterior».
  • La vueta a lo analógico. Mientras las personas continúen resistiéndose a una vida artificial basada en pantallas, todo lo analógico ganará popularidad. «No te sorprendas si ves cámaras de carrete y preciosos artículos de papelería en las listas de deseos de este año».
  • Incentivos para consumir mejor: A veces la gente necesita un empujoncito para tomar decisiones más inteligentes, ya sea por el medio ambiente o por su salud física o financiera. A partir de 2024, más gobiernos locales y empresas se darán cuenta de ello. Por ejemplo en Sakai (Japón) el ayuntamiento ha puesto en marcha una aplicación con la que los residentes pueden acumular puntos por tomar decisiones más ecológicas, como renunciar a los cubiertos de plástico y utilizar vehículos compartidos. Y en Francia se subvencionará a los consumidores que reparen zapatos y otras prendas de vestir en vez de comprarlos nuevos.
  • Ojo a la contaminación acústica: La contaminación ambiental no se limita a la niebla tóxica, la mala calidad del agua y los microplásticos en el aire. También existe la creciente amenaza de la contaminación acústica, que puede desencadenar la respuesta del organismo al estrés, aumentar la depresión, alterar la función cognitiva de los niños y perturbar el sueño, entre otros efectos perjudiciales para la salud.
    Por ello, a partir de 2024 se instalarán cámaras de ruido en más ciudades. Apuntan a los vehículos de motor, incluidas motocicletas, capturan imágenes de las matrículas y ponen multas cuando las emisiones de ruido superan los 85 decibelios. También se van a ver en aulas, casas de alquiler y apps.
  • ¡Levántate!: Según la OMS unos 500 millones de personas desarrollarán cardiopatías, obesidad, diabetes u otra enfermedad atribuible a la inactividad física entre 2020 y 2030 si los gobiernos no toman medidas urgentes para que la gente se mueva.

«Ante las crecientes amenazas existenciales en varios frentes, el caos y la desorganización sin límites, y un nivel casi incomprensible de cambio tecnológico, la población del mundo ha tenido suficiente. En 2024 intentaremos recuperar cierto control», pronostica Salzman. El informe completo de tendencias 2024 puede descargarse aquí.