El cierre de la hostelería ha provocado la pérdida del 70% del total de ventas de bebidas espirituosas. Las ventas en el canal alimentación no compensan la caída, e incluso han registrado descensos en el caso de algunas categorías, explican desde la Federación Española de Espirituosos. Una situación que hace peligrar la supervivencia de muchas de las pymes del sector, que representan el 80% del tejido productivo.

Profesionalhoreca, bebidas alcohólicas

La Federación Española de Espirituosos (Espirituosos de Españamuestra su preocupación por la situación a la que se enfrentan las empresas del sector debido a la crisis del Covid-19.

«El 70% del total de las ventas de bebidas espirituosas se ha perdido con el cierre de la hostelería, y lo que se pierde en hostelería no se compensa ni recupera en modo alguno en el canal de alimentación, en el que los incrementos de ventas no alcanzan ni siquiera el 2% de lo que se vendía en hostelería», explica Bosco Torremocha, director de Espirituosos España.. Es más, en alimentación hay categorías que han llegado a caer a doble dígito”. Es el caso de la ginebra, brandies con Indicación geográfica, los licores o el vodka

Las pérdidas en hostelería, donde el sector vende 7 de cada 10 botellas, son del 100% con la paralización de la actividad y tienen un fuerte impacto no solo en los 3.800 centros de producción de bebidas espirituosas en España, sino también en toda la cadena que va desde el campo, del que proceden las materias primas, al empleo

9 millones de litros perdidos

En un trabajo conjunto con Aecoc se ha comprobado que los espirituosos han perdido casi 9 millones de litros, de los cuales únicamente 172.000 se han trasvasado al canal de alimentación.

El resultado es, en palabras del director de Espirituosos España, “un sector golpeado como pocos, con pérdidas millonarias. No existe ninguna recuperación del consumo, ni parcial, ni total, lo que pone en grave riesgo la continuidad de muchos de los 3.800 centros de producción de bebidas espirituosas de nuestro país. Desde Espirituosos de España hacemos una llamada de auxilio”.

La fuerte caída de ventas sufrida hasta la fecha y la esperable por la fuerte reducción del turismo ha llevado al sector a solicitar el aplazamiento de los impuestos especiales que gravan a sus empresas y que, por tratarse de impuestos al consumo con la hostelería cerrada, se ven obligados a adelantar al Estado sin haber cobrado de los clientes. Dichos impuestos meman ya de por sí la competitividad de la industria en los últimos años, «las únicas bebidas con alcohol que han soportado subidas y que recaudan el 73% del total de los impuestos especiales, representando el 3% del volumen», recuerdan desde la Federación.

Muchas de las pymes del sector, que representan más del 80% del tejido productivo de bebidas espirituosas, están abocadas a la desaparición si no se implementan medidas específicas que ayuden a superar la crisis provocada por el cierre decretado tras el estado de alarma. Medidas necesarias para proporcionar un alivio en las cargas económicas para poder mantener sus negocios en un «que perdió ya el 40% de sus consumos en la última crisis», recuerda Torremocha.