La facturación de los restaurantes españoles superó los 25.000 millones de euros antes de la pandemia, pero en 2020 se espera una fuerte caída de los ingresos y la rentabilidad, dada la reducción de la demanda por las continuas restricciones y la pérdida de capacidad de gasto de la población.

Son datos del último Observatorio Sectorial DBK de Informa (filial de Cesce), según el cual el sector de la restauración española generó unos ingresos totales de 25.340 millones de euros en 2019, un 3% más que en el año anterior, impulsado por el crecimiento económico y la tendencia al alza en el número de ocupados y en el gasto en turismo y ocio.

Una línea ascendente que se ha visto truncada bruscamente por el Covid-19. Las previsiones de evolución del mercado de la restauración española para 2020 están marcadas por el efecto negativo de la pandemia, de manera que a la drástica reducción de la demanda motivada por las restricciones a la movilidad se une la pérdida de capacidad de gasto de la población, ante el deterioro de la coyuntura económica.

Así, en 2020 se espera una fuerte caída de los ingresos y la rentabilidad, revela el estudio de DBK, que prevé que la cifra de mercado total se sitúe en 12.000 millones de euros al cierre del año, un 52,6% por debajo a la contabilizada en 2019.

El estudio de DBK prevé que la cifra de mercado total de la restauración se sitúe en 12.000 millones de euros al cierre del año, un 52,6% por debajo a la contabilizada en 2019

El segmento de restaurantes con servicio en mesa es el que se ha visto más penalizado por la crisis, esperando un descenso del 56% al cierre de 2020, hasta cifrarse en unos 9.100 millones de euros. Por su parte, los ingresos de los restaurantes sin servicio mesa caerán un 37,5%, reduciendo sus ventas hasta los 2.920 millones de euros.

Los servicios de delivery y take away se han configurado en 2020 como las únicas alternativas de venta para muchas empresas ante el descenso del consumo en local. Según el estudio, es previsible que estos servicios sigan aumentando en los próximos años, de manera que la participación del delivery podría situarse en torno al 10% del mercado total en 2021.

La caída de las ventas está dando lugar al cierre de numerosos establecimientos. Además, algunas de las principales cadenas del sector han paralizado temporalmente sus planes de expansión.

A corto y medio plazo se esperan nuevas operaciones de compra de cadenas por parte de grandes grupos, así como la desaparición de empresas incapaces de mantenerse ante la desfavorable situación. En este contexto, es probable que en los próximos años continúe avanzando el proceso de concentración de la oferta, señalan los analistas de DBK.