El sector hostelero español cierra 2022 logrando las cifras precrisis. Para 2023 prevé un crecimiento de entre un 5 y 7% si las cosas van bien, pero la gran asignatura pendiente es conseguir alcanzar niveles de rentabilidad acordes al crecimiento de la facturación.

En 2022 el sector hostelero ha facturado cerca del doble que en 2021, y aunque todavía se sitúa por debajo de las cifras pre-crisis, al cierre del año se prevé alcanzar o superar ligeramente los datos de 2019.

Son datos del Anuario 2022 presentado por la patronal Hostelería de España, que muestra los principales datos de la evolución del sector en 2021, y que incluye un análisis de cierre de 2022 y un avance de las perspectivas de 2023.

ProfesionalHoreca- comiendo em un restaurante, sector hostelero español
El sector hostelero está facturando cerca del doble que en 2021, pero los altos costes de la energía y de las materias primas merman su rentabilidad

Según el mismo, los negocios hosteleros facturaron en la media de 2021 un 30% más que en 2020, aunque comparando con los datos prepandemia suponen un descenso por encima del 33%. En concreto, la producción del sector fue de 87.816 millones de euros, con una aportación al PIB en términos de VAB del 4,4%.

Los datos del Anuario muestran que 2021 continuó marcado por la pandemia en sus inicios, debido a la sexta ola. El proceso de reactivación comenzó en el segundo trimestre, y en el tercero llegó un fuerte impulso, superándose las cifras de 2020 y acercándose lentamente a las de 2019.

Los buenos datos de 2022

¿Y qué ha ocurrido en 2022? El secretario general de Hostelería de España, Emilio Gallego, explicó que este año el sector hostelero está facturando cerca del doble que en 2021, y aunque todavía se sitúa por debajo de las cifras precrisis, se prevé cerrar el año alcanzando o superando ligeramente los datos de 2019.

El alojamiento, impulsado por la buena marcha del turismo, muestra una recuperación más rápida y ya supera las cifras de 2019, mientras que las actividades de restauración se sitúan en torno a un 3% por debajo.

En 2022 el alojamiento, impulsado por la buena marcha del turismo, muestra una recuperación más rápida y ya supera las cifras de 2019, mientras que las actividades de restauración se sitúan en torno a un 3% por debajo

Las cifras de empleo también reflejan en 2022 una buena evolución del sector, contando en la media hasta noviembre con 213.000 trabajadores más que el año anterior, alcanzando la cifra de 2019 de 1,7 millones. En junio se volvió a registrar cifra récord del empleo, con 1,8 millones de trabajadores, cifra que también se alcanzó en los meses de julio y agosto.

El estudio señala que, pese a esta evolución positiva, las empresas hosteleras no han conseguido recuperar la rentabilidad anterior a la crisis debido a los altos costes de la energía y de las materias primas, de los que dependen directamente.

Por regiones, Canarias y Baleares muestran la mayor recuperación respecto a 2021, al ser las más impactadas durante la crisis. Comparando con 2019, la mayor parte ya superan la facturación de aquel año. No obstante, Canarias todavía se sitúa por debajo, como La Rioja, Galicia, País Vasco, Madrid y Cataluña, algunas de ellas afectadas por el impacto del teletrabajo.

El lastre del incremento de precios

Como explicó Gallego, el fuerte incremento de los precios que ya se inició a mediados de 2021 y que ha seguido escalando en 2022, acentuado por la guerra en Ucrania ha supuesto una evolución del IPC general muy por encima de la evolución de los precios de restauración, que se han visto abocados a subir por el aumento del precio de la energía y los alimentos.

El contexto de incertidumbre y los elevados costes han generado una tendencia al ahorro por parte de los consumidores, que se manifiesta tanto en la reducción del ticket medio como en el descenso en los momentos de consumo.

La incertidumbre y los elevados costes han generado una tendencia al ahorro por parte de los consumidores, que se manifiesta tanto en la reducción del ticket medio como en el descenso en los momentos de consumo. ¿Las consecuencias? Una menor rentabilidad de los negocios hosteleros

Ello se traduce en una reducción en el margen de beneficios de los negocios a pesar de las cifras similares al período prepandemia, en 2019, tanto en facturación como en empleo.

Previsiones para 2023

Respecto a las previsiones para 2023, en un escenario positivo (con una progresiva relajación de los precios iniciada a finales del año, la adaptación de los negocios a la nueva situación a través de nuevos modelos de gestión, y una previsible relajación de la situación bélica de Ucrania) se espera un crecimiento del sector hostelero en 2023 por encima del PIB, que puede  estimarse en torno a un 5 y 7% de aumento, según el escenario sea menos o más favorable.

Los grandes retos del sector son la necesidad de digitalizar los negocios para adaptarse a la nueva realidad, así como la mayor profesionalización de los trabajadores y un impulso en la sostenibilidad.

José Luis Yzuel, presidente de Hostelería de España, confía en que en 2023 «se consolide la senda de recuperación que ya se ha iniciado este año. La gran asignatura pendiente para la viabilidad de los negocios es conseguir alcanzar niveles de rentabilidad acordes al crecimiento de la facturación, ya que el tsunami de precios de materias primas y de la energía ha hecho que la rentabilidad haya estado muy mermada en 2022, a pesar de recuperar los niveles de  consumo”.

Por su parte, Javier Ibáñez de Aldecoa, coordinador del Informe sectorial de turismo de CaixaBank Research, señala que “la recuperación de la actividad ha sido destacable en 2022, pero aún existe una parte del sector que arrastra problemas desde el inicio de la pandemia. La consolidación de la recuperación de la demanda turística en 2023 debería de suponer una ayudar clara a que el conjunto del sector afiance su posición”.