Este hotel barcelonés ya luce sus instalaciones totalmente reformadas, recreando ahora a través de todos sus espacios el color, de las texturas y del ambiente la época de la Barcelona de mediados de siglo XX.

Tras una primera reforma, antes de la pandemia, de las zonas comunes, el hotel Vía Augusta luce ahora un interiorismo totalmente renovado en sus habitaciones y salones, obra también de la interiorista Chelo Alcañiz, al frente del estudio DyD Interiorismo.

Profesionalhoreca, habitación del hotel Vía Augusta

La reforma (realizada en varias fases) de este hotel ubicado en el histórico barrio barcelonés de Gracia pretende ofrecer al viajero un espacio personal, singular y vinculado a la sociedad de la época de la Barcelona de mediados de siglo XX, uniendo la tradición y modernidad.

Toda la carta de color y textura guía de hecho al huésped hacia la Barcelona de mediados de siglo, con los colores y texturas de entonces.

Profesionalhoreca, habitación del hotel Vía Augusta

Por ello, el mobiliario se ha seleccionado minuciosamente para que su diseño recuerde a aquella época, y las texturas de terciopelo, chenillas y dibujos nos llevan a los hogares de la burguesía catalana de la época. Todo ello acompañado de imágenes enmarcadas que plasman viviencias de la calle.

En las zonas comunes se ha elevado un poco más la elegancia, «por ser espacios mas dedicados a la intimidad del huésped, áreas de trabajo, etc.», señala la interiorista.

Profesionalhoreca, salón del hotel Vía Augusta

En la decoración de las habitaciones, siguiendo la línea de la historia a contar, se ha plasmado un ambiente más intimista, buscando estancias acogedoras y tranquilas.

Al igual que en el resto del hotel, el verde de la época es el predominante en las estancias. La madera se hace muy presente en el mobiliario y el estudio de la iluminación se ha basado principalmente en crear espacios marcados por el juego de luces.

Profesionalhoreca, baño de habitación del hotel Vía Augusta

La reforma del hotel Vía Augusta se ha llevado a cabo por fases, con el establecimiento abierto «y siempre bajo una estricta coordinación de todos los equipos para poder cumplir con las exigencias de las fechas de entrega», señala el estudio.

El resultado es un espacio acogedor, cálido y urbanita, que une tradición y modernidad