En plena fiebre del aperitivo, Doble y Gilda tienta, desde su coqueto local en el madrileño barrio de Chamberí, a locales y visitantes con una bien surtida barra de gildas que también pueden disfrutarse a domicilio o para llevar.

En la animada zona de Chamberí, concretamente en el nº 105 de la calle Santa Engracia, frente al comienzo de la calle Ponzano, Doble y Gilda ya se ha convertido en una dirección clave para los amantes del aperitivo y, en particular, de las gildas.

Se trata del proyecto personal de Fátima y Emilio, dos emprendedores madrileños que soñaban con tener «una tienda llena hasta la bandera de aceitunas, gildas y patatas fritas”, explican. Doble y Gilda, que abrió sus puertas esta primavera, es fruto de «muchas horas en la cocina, viajes gastronómicos y muchas horas de degustación», con el disfrute que ello conlleva.

Un local con terraza que ha cautivado no sólo a los residentes de Madrid, sino también a visitantes internacionales con ganas de vivir la experiencia del aperitivo.

Doble y Gilda ha hecho suya la popular gilda donostiarra de toda la vida y la ofrece en hasta siete variedades, todas ellas equilibradas en sabor, generosas en tamaño y a precios asequibles (entre 1,5 y 3€).

Además de la gilda clásica, que combina anchoa, piparra y aceituna, también se ofrecen opciones con boquerón, triple anchoa, huevo de codorniz, pulpo e incluso una versión vegetariana elaborada con corazón de alcachofa baby y tomate seco.

La carta se complementa con otros aperitivos para compartir, como los mejillones premium de José Peña, el carpaccio de ventresca ahumada de atún rojo, la pularda en aceite de oliva, el montadito de gallina trufada con salmorejo y la tosta de sardina con mantequilla.

En cuanto a las bebidas, las cervezas son las protagonistas de la casa, aunque también se ofrece una cuidada selección de vinos, vermú, fino, manzanilla y Palo Cortado.

Además de disfrutar de la experiencia en el local, Doble y Gilda ofrece la posibilidad de saborear sus productos en casa. Se pueden adquirir, por ejemplo, una tarrina de 15 gildas clásicas o el exquisito caviar de erizo, realizando los pedidos tanto en el establecimiento, por teléfono o a través de su página web, desde donde realizan envíos.