Por ejemplo, algunos de los campings más representativos de Tarragona, miembros de la Asociación de Campings de la Costa Daurada i Terres de l’Ebre, cuentan con más de 50 años de vida y siguen funcionando a pleno rendimiento. ¿Las claves para ello? La continua puesta al día de sus instalaciones; la ampliación de los servicios y el esfuerzo por mantener la calidad en la oferta, explican sus responsables.
La mayoría de los campings de esta zona, entre los cuales se encuentran los campings Clarà, Alfacs, Estanyet, Francàs, La Llosa, La Masia, La Noria, Las Palmeras, Nautic, Platja Llarga, Playa Montroig, Sant Salvador, Tamarit Park Resort y Trillas Platja Tamarit, abrieron sus puertas contando con un pequeño espacio de terreno que han ido ampliando con el paso de los años. “Nuestro camping empezó siendo muy pequeño. Se inició en un antiguo palmeral y pasaron los años y nos fuimos extendiendo”, cuenta Agustí Peyra, responsable del camping Las Palmeras.
Este crecimiento estuvo motivado, básicamente, por el incremento progresivo de la clientela que, a su vez, se fue volviendo más exigente de manera continua en cuanto a servicios e instalaciones, lo que a obligado a los establecimientos a crecer y mejorar.
Además, el hecho de tener una ubicación geográfica única, en una zona de gran riqueza paisajística y en un enclave de fácil acceso ha sido desde sus orígenes uno de los principales activos de los campings de esta región y les han supuesto una clara ventaja competitiva, ya que atrae a familias que buscan cercanía al mar y contacto con la naturaleza.
“La integración de nuestro establecimiento en la naturaleza y con el paisaje ha sido, es y sigue siendo uno de los diferenciales con que contamos”, explica Agustí Peyra, del camping Las Palmeras.
La posibilidad de disfrutar de un privilegiado entorno supone una baza importante. Mario Gianni, responsable del familiar Camping Alfacs, inaugurado en 1956, coincide en que en que “el buen clima y la cercanía al mar son dos atractivos muy importantes para los clientes internacionales, sobre todo, que vienen buscando el sol y las buenas temperaturas”.
Más clientes nacionales
Con un perfil de clientela que ha advertido grandes cambios en estos 50 años, lo campings se esfuerzan en adaptarse y mejorar de cara a sus visitantes. “Hace 50 años el cliente era 99% extranjero, porque en España se desconocía la cultura de camping, pero hoy en día los clientes nacionales ya representan más del 50%», comenta José María García Pros, director del camping Francàs.
Pese a ello, una de las grandes apuestas de los campings ha sido el ampliar aún más el público extranjero. Hoy día en los Campings de la Costa Daurada i Terres de l’Ebre los principales mercados de turistas son, junto con el español, el francés, el holandés y el alemán.
En cuanto a franjas de edad, «los jóvenes demandan más bungalows, porque no quieren prescindir de las comodidades, y en cambio los campistas de toda la vida vienen en busca de zonas de acampada y caravanas”, explica José María García Pros.
Las continuas ampliaciones del terreno, las constantes renovaciones en las instalaciones y los esfuerzos por mantener actualizadas las infraestructuras son los factores que requieren una mayor atención a fin de poder ofrecer una mayor comodidad, calidad y servicio a sus visitantes.
Varios de los gerentes de estos emblemáticos campings destacan cómo algunas incorporaciones supusieron un elemento importante en el posterior desarrollo del negocio. “La incorporación de bungalows a principios de los 90, la piscina en el año 95 y la zona deportiva a principios del año 2000 fueron los hitos más importantes de la pasada época. Recientemente lo han sido la incorporación de mobile-homes de alta categoría y la inversión en personal de animación”, destaca Joan Antón, responsable del camping Tamarit Park Resort.
Para estos campings, la elevada competencia y las cada vez mayores exigencias de los visitantes, obligan a los negocios a mejorar año tras año. El balance es bueno y afrontan el futuro con una mirada positiva, conscientes de que no pueden descuidar la atención a una clientela cada vez más exigente.
Playa Montroig, un ejemplo de camping-resort de alto nivel
Un buen ejemplo de la evolución de los servicios de los campings es el de Playa Montroig, un camping-resort de alto nivel en la Costa Dorada, y el único que ha recibido -durante más de 30 años consecutivos-, la más alta calificación que otorga la guía Adac, principal guía del sector a nivel europeo, entre otros muchos certificados de excelencia.
Este camping fundado en 1962 cuenta con una superficie de 35 hectáreas donde se encuentran 1.200 parcelas y 220 bungalows. Destaca el frente marítimo de un kilómetro de playa con accesos directos y vistas al mar desde los alojamientos del camping.
Ahora acaba de inaugurar sus nuevas instalaciones para la temporada 2014 estrenando un nuevo edificio de sanitarios, con un diseño elegante y minimalista, grandes lucernarios para facilitar la entrada de la luz natural, una distribución más confortable y la incorporación de la tecnología y los materiales más modernos.
También ha renovado su fitness center incorporando máquinas de última generación de la firma Technogym, además de un nuevo sistema audiovisual, parquet y accesorios, «para dar respuesta al gran número de clientes que desean mantenerse activos durante las vacaciones», explican sus responsables.
Además, en la piscina infantil climatizada se han incorporado juegos interactivos de la firma canadiense Vortex.
Así se completa la oferta lúdica del conjunto de piscinas climatizadas, con tres piscinas con 2.000 m2 de lámina de agua, 6 toboganes con un total de 90 metros lineales de superficie deslizante y 3.000 m2 de césped, zonas de playa y terrazas; todo ello perfectamente integrado en una espectacular zona ajardinada.
/p>>Siguen sumando huéspedes, pese a la crisis, y una importante parte de sus usuarios son turistas extranjeros que se caracterizan por su fidelidad. Los campings han sabido adaptarse a los nuevos tiempos y muchos de ellos son auténticos «resorts» con comodidades a la última sin renunciar a su filosofía de contacto con la naturaleza.
