La lavandería es un aspecto fundamental en cualquier hotel: además de garantizar una experiencia satisfactoria en el huésped, repercute directamente en su imagen y en su cuenta de resultados. Si el establecimiento opta por un sistema de lavandería interna, hay una serie de claves que ha de conocer.

Profesionalhoreca, Gama de equipos de lavandería de Girbau
La elección de maquinaria de lavado eficiente se traduce en importantes ahorros y es clave en el retorno de la inversión. En la imagen, gama de equipos de lavandería de Girbau

Si el hotel opta por una lavandería propia, porque quiere asegurarse un buen control de la calidad de sus prendas textiles a un buen precio, es fundamental elegir un sistema industrial adecuado. De ello depende que el establecimiento pueda ofrecer la calidad deseada a sus clientes con un menor consumo de recursos y gastos de mantenimiento, así como también con una mayor productividad en el proceso, mayor ahorro y rentabilidad.

Estos son los factores clave que deben tenerse en cuenta:

1.-Calcule las necesidades de producción del hotel:
Es necesario definir las necesidades de producción (cuantitativas y cualitativas) que tendrá la lavandería; buscar la maquinaria que mejor se adapte a las necesidades en función de varios parámetros (consumo, posibilidades de programación, facilidad de uso, mantenimiento…) y crear un diseño del espacio que facilite la circulación de la ropa y maximice la eficiencia y la productividad del proceso.

Definir la cantidad de cada tipo de ropa que procesará el establecimiento es el primer paso para equipar la lavandería con las máquinas adecuadas

Definir la cantidad de cada tipo de ropa que procesará el establecimiento es el primer paso para equipar la lavandería con las máquinas adecuadas a las necesidades. Si no se lleva a cabo un cálculo aproximado (pero riguroso) de la cantidad de ropa y la calidad que se espera será difícil conseguir un sistema que se utilice de forma óptima. De lo contrario existe el riesgo de crear una lavandería con problemas de equilibrio, con cuellos de botella al tener zonas de maquinaria sin capacidad para absorber la cantidad de ropa que llega.


2.-Elija maquinaria eficiente
Los sistemas de lavandería industrial han evolucionado progresivamente durante las últimas décadas en la dirección de una mayor eficiencia en el consumo energético y de agua, la programación y flexibilidad de los procesos y, además, el diseño de maquinaria y espacios que faciliten el aumento de la productividad.

La elección de maquinaria más eficiente supone un ahorro importante en la partida de recursos y es clave en el retorno de la inversión realizada. A la hora de elegir la maquinaria, hay que tener en cuenta las opciones de programación y de la flexibilidad que ofrecen en cuanto a la personalización de parámetros de lavado, secado o planchado

Que la maquinaria de lavado se adapte a cada tipo de pieza y tejido se traduce en un acabado óptimo y en un menor consumo de agua, energía y productos químicos

La adaptación del proceso a las necesidades específicas de cada tipo de pieza y tejido, supone un acabado más óptimo de las piezas procesadas y a la vez un ajuste del consumo de agua, energía y productos químicos, dado que sólo se utilizan aquellos recursos que hacen falta. Evitar la limpieza con estándares genéricos, que pueden resultar excesivos o insuficientes, permite un mayor provecho de los recursos y una mayor calidad.

Además, las máquinas deben cumplir tres requisitos fundamentales: seguridad, ergonomía y facilidad de uso. Tienen que estar pensadas para garantizar la seguridad del operario y evitar accidentes laborales; tener un diseño ergonómico para garantizar la salud del operario y facilitar la productividad, y tener controles fáciles de interpretar y de usar, para ganar productividad.

3.-Ojo a las dimensiones y al diseño de la lavandería
Finalmente, las dimensiones y el diseño de la lavandería son también claves en la creación de una lavandería industrial en un establecimiento hotelero. El objetivo es aprovechar mejor el espacio, maximizar la productividad y garantizar la limpieza e higiene del textil procesado.

Las dimensiones y el diseño de la lavandería son también claves en la creación de una lavandería industrial en un establecimiento hotelero

Para un correcto diseño hay que calcular la capacidad de lavado y secado, teniendo en cuenta que están relacionadas. Un mal dimensionamiento puede provocar acumulaciones de ropa. No puede crearse una zona de lavado con mucha más capacidad respecto a la de secado, porque quedarán montañas de ropa mojada esperando a ser secadas, poniendo en peligro su nivel de higiene y facilitando la creación de arrugas. Y lo mismo ocurre, aunque en menor medida, con el proceso de secado y el de planchado.

En cuanto a la higiene, lo más importante es diseñar la lavandería evitando cruces entre ropa sucia y ropa limpia. La entrada de ropa sucia no puede estar cerca de las secadoras, donde ya espera la ropa limpia procedente de las lavadoras para ser secada. Establecer el menor contacto entre las zonas de inicio y final del proceso ayudará a que la higiene del producto sea la más adecuada.

Un servicio integral

La lavandería es un proceso que va más allá de la maquinaria. Así lo explican desde la firma Girbau, que lleva más de 50 años equipando lavanderías de todo tipo en todo el mundo. «Nos limitamos a fabricar maquinaria. Compartimos nuestro conocimiento con nuestros clientes para ofrecerles una solución integral«, explican sus responsables.

Así, ofrecen al hotel un proyecto de cálculo de necesidades, definición de maquinaria y ubicación de los equipos, teniendo en cuenta los criterios para facilitar la productividad, higiene y rentabilidad de la lavandería.
Girbau instala la maquinaria y acompaña al hotel en lo que necesite, como formación de los operarios en procesos de trabajo y en el funcionamiento de la maquinaria.

También mantiene el contacto permanente con el establecimiento con un servicio posventa que responde a las posibles incidencias con agilidad, y que realiza tareas de mantenimiento preventivo. Igualmente, le asesora en cualquier consulta que surja sobre el proceso de lavado (cómo eliminar determinadas manchas, cómo ganar productividad…).