Representantes de la hostelería de toda España se ha concentrado en la madrileña Plaza de Cibeles con un grito unánime: denunciar la dura situación que atraviesan las 300.000 empresas y 1,7 millones de trabajadores del sector y la «criminalización» del mismo con motivo de la pandemia, y exigir medidas compensatorias ante las fuertes restricciones impuestas a la actividad hostelera.

Profesionalhoreca. concentración de los hosteleros españoles en Madrid pidiendo #salvemoslahosteleria

Bajo el lema #salvemoslahostelería,representantes de la patronal Hostelería de España, junto con los de Hostelería de Madrid, la Plataforma por el Ocio y la Cultura de Madrid, España de Noche y más de 50 organizaciones de las 17 Comunidades Autónomas, han reivindicado la puesta en marcha de medidas compensatorias que amortigüen la profunda crisis que el Covid-19 está causando en el sector.

El presidente de Hostelería de España, José Luis Yzuel, se preguntó en su intervención qué otro sector español puede demostrar la capacidad de generar riqueza de hostelería, que representa el 6,2% del PIB (hasta un 15% ligado al turismo). «Es injusto y además poco inteligente culpabilizar a la hostelería», afirmó. «Más allá de los datos económicos, hemos de replantearnos si es lógico el trato que está recibiendo un sector que es también identidad y cultura españolas, y que, desde el comienzo de la pandemia ha asumido con responsabilidad la aplicación de medidas preventivas».

Los hosteleros exigen medidas rehabilitadoras que detengan el cierre de más 85.000 establecimientos y la pérdida entre 900.000 y 1,1 millones de puestos de trabajo, entre directos e indirectos

Por su parte Juan José Blardony, director de Hostelería Madrid, destacó una serie de reivindicaciones totalmente extensibles a cualquier ciudad española, como la necesidad de un plan de extensión de las terrazas municipales, a través de autorizaciones en bandas de aparcamiento, para facilitar el servicio exterior de la hostelería; la extensión de los horarios de las terrazas, recuperando los horarios de terrazas en aquellos lugares que se encuentran limitados por zonas de protección acústica; planes de peatonalización de las vías públicas para facilitar los servicios de hostelería, particularmente en aquellas zonas que no disponen de servicio de terrazas; la condonación de tasas de terrazas de veladores para el año 2020, y la recuperación de los centros de las ciudades como destinos turísticos mediante la puesta en marcha de actividades culturales seguras y planes de promoción turística «ambiciosos y suficientemente dotados económicamente». Blardony insiste también en la necesidad de crear un organismo único que centralice la concesión de terrazas en el Ayuntamiento de Madrid, evitando la diferencia de criterios de las diversas Juntas municipales de Distrito.

Javier Olmedo, presidente de la Plataforma por el Ocio y la Cultura de Madrid, destacó el fracaso de un plan de apoyo y rescate para las pymes del ocio y la hostelería, que además es «especialmente sangrante porque es la historia de la frustración provocada a las pymes de un sector al que se le prometió un plan de choque y apoyo. Las limitaciones de la burocracia, falta de recursos y la permanente interpretación restrictiva de la normativa han impedido llevarlo a cabo, y es una situación que desgraciadamente se ha reproducido en muchas ciudades de España”, añade.

Por último, Ramón Más, presidente de España de Noche, insistió en que “no hay, ni ha habido ninguna evidencia que identificara a los locales de ocio como uno de los factores de riesgo más relevantes, como causantes de los contagios de Covid-19 y que, sin embargo, han sido aquellos que se han visto criminalizados y perseguidos y sobre los que se han adoptado las medidas más restrictivas, siendo el único sector de la economía que en estos momentos tiene suspendida su actividad”.

La situación económica es crítica, con unas cifras comparativas con 2019 que dibujan un descenso de la facturación del sector superior al 50%, lo que supone una pérdida de hasta 67.000 millones de euros

Una actividad económica y empresarial «reglada y que cumple con todas las medidas preventivas, sin que se hayan adoptado ningún tipo de medidas económicas que permitieran proteger a las empresas dentro de un plan de Rescate frente a la radicalismo de las medidas sanitarias adoptadas, y que ha hecho necesario que se acudiese a la vía judicial y a la Audiencia Nacional para denunciar toda esta situación del ocio nocturno», explica.

Las reivindicaciones del sector

Por todo ello, los hosteleros españoles, a través de sus representantes, exigen «medidas rehabilitadoras que detengan el cierre de más 85.000 establecimientos y la pérdida entre 900.000 y 1,1 millones de puestos de trabajo, entre directos e indirectos», según las previsiones en el peor de los escenarios. «Somos conscientes de la predisposición de todos los profesionales del sector para arrimar el hombro, pero para ello necesitamos políticas que garanticen unas condiciones laborales mínimas e irrenunciables y, desde luego, que no les conviertan en un chivo expiatorio sobre el que descargar los malos resultados de una gestión que no nos corresponde. La situación económica es crítica con unas cifras comparativas con 2019 que dibujan un descenso de la facturación superior al 50%, lo que supone una pérdida de hasta 67.000 millones de euros».

Las medidas concretas que se reclaman desde Hostelería de España son:

  • La puesta en marcha de medidas de apoyo higiénico sanitarias, siempre coordinadas con las autoridades competentes, que permitan una gestión eficaz ante posibles brotes y procesos de cuarentena.
  • Actuaciones de apoyo efectivo al empleo, con la ampliación de los Ertes hasta marzo de 2021, asegurando una mayor exoneración de la cotización a la seguridad social a los negocios que tengan una apertura parcial y exonerando al 100% a los que estén cerrados.
  • Medidas de apoyo a la estructura empresarial sectorial con recursos a fondo perdido para las facturaciones inferiores al 25% de lo habitual, ampliación de dos años en los periodos de carencia de la financiación recibida por el Covid-19 y bonificaciones fiscales, tanto en costes de arrendamientos y suministros como en impuestos especiales y tasas municipales.
  • Propuestas que estimulen la demanda, como la aplicación de bonos que activen la demanda de familias y empresas, mejoras en el tratamiento fiscal y exoneración en vales de comidas, reducción temporal del IVA en hostelería, y por último, un Plan Estratégico de la Gastronomía.