La combustibilidad de los materiales y los humos que desprenden los incendios han desencadenado la tragedia del incendio en la pizzería Burro Canaglia en Madrid, que ha provocado dos fallecidos y 8 heridos de gravedad.

El fuego arrasó el restaurante Burro Canaglia de la madrileña plaza Manuel Becerra en pocos minutos, convirtiéndose en un infierno para sus ocupantes por las dificultades que hubo en la evacuación, al no haber salida de emergencias.

El restaurante siniestrado, con abundante decoración vegetal de plástico

A la espera de conocerse de manera oficial las causas que han provocado el incendio, tras las oportunas investigaciones, desde Tecnifuego (la Asociación Española Sociedades de Protección contra Incendios) señalan que el incendio «tuvo algunas características que son muy importantes en el desarrollo  de la tragedia».

  • La cercanía del Cuerpo de Bomberos facilitó una extinción muy rápida y es un factor clave para que no se produjeran más muertes.
  • Sin vías de evacuación, al ser un local pequeño. El local solo tenía una puerta de salida, lo cual dificultó enormemente la evacuación. «Es clave tener vías de evacuación seguras alternativas». Al parecer, por tamaño y el número de comensales, no era obligatorio que el local contara con salida de emergencia.
  • Materiales combustibles: Como causante del incendio, se baraja como principal hipótesis que una pizza flambeada prendió en la abundante decoración de plantas de plástico del local, que contribuyó a la rápida propagación del fuego. «Es obvio que si los materiales o revestimientos son A1 (no combustibles) no arden; por tanto no se hubiera producido el incendio ni la propagación», señalan desde Tecnifuego.

Los materiales decorativos han de ser ignífugos

Desde Tecnifuego recuerdan que «las condiciones del material decorativo, los revestimientos de paredes verticales o techos horizontales, deben cumplir con el Código Técnico de la Edificación, Documento Básico Seguridad contra Incendios. Además, la ordenanza municipal de Madrid prohíbe el uso de materiales o elementos decorativos inflamables en los accesos y en el camino a la salida.

Las ordenanzas municipales exigen unas determinadas características de los materiales en estos establecimientos de pública concurrencia, por ejemplo, que se cumpla con un mínimo CS2d0 (C mide la reacción al fuego del material; S2 mide los humos existentes, y d0 mide la producción de gotas).

«La solución para alcanzar estas características consiste en ignifugar los materiales en un tratamiento químico adecuado que mejora la reacción al fuego, explica Rafael Sarasola, experto en protección pasiva contra incendios y miembro de la Junta Directiva de Tecnifuego. «Para este tipo de materiales de revestimientos y decoración, lo ideal sería ignifugar el material y realizar un ensayo que nos certifique su reacción al fuego».

Además, los establecimientos de pública concurrencia (hoteles, cines, museos, congresos, restaurantes…) deben cumplir una serie de medidas de seguridad contra incendios como disponer de detectores, extintores y bocas de incendio equipadas; resistencia al fuego de la estructura; compartimentación; salidas de evacuación; señalización; puertas cortafuego; ignifugación de los materiales, etc.