Cada vez son más los bares y restaurantes que se preocupan por el medio ambiente. La iniciativa Hostelería #PorElClima ha vivido un crecimiento del 95% en el último año y suma más de 7.400 establecimientos adheridos. Su última acción: los bonos climáticos de 1.000 euros cada uno para ayudar al sector a reducir sus emisiones.

Hostelería #PorElClima es una iniciativa enmarcada en la Comunidad #PorElClima, impulsada por Coca-Cola y Ecodes, y que cuenta con el apoyo de Hostelería de España.

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Este programa, que ayuda a bares y restaurantes de toda España a reducir su huella de carbono y ser más eficientes en términos medioambientales y económicos, suma ya más de 7.400 establecimientos adheridos; una cifra que se ha incrementado en un 95% respecto a 2022.

Unos datos que muestran el compromiso de la hostelería española con la lucha contra el cambio climático, así como la creciente conciencia ambiental y profesionalización del sector. De hecho, los establecimientos adheridos a Hostelería #PorElClima ya tienen en marcha cerca de 120.000 acciones.

Bonos climáticos y ScopeCO2 Hostelería

Entre otras medidas, Hostelería #PorElClima ha desarrollado ScopeCO2, una herramienta gratuita y de libre uso para los bares y restaurantes adheridos a la plataforma, que les permite medir su huella de carbono e identificar las principales fuentes de emisiones de Gases de Efecto Invernadero (GEI) de sus negocios.

A raíz del informe que obtienen, se les proporciona una serie de recomendaciones sobre las medidas que pueden implementar para reducir su impacto climático, ser más eficientes y, por tanto, reducir sus consumos y facturas.

ScopeCO2 tiene en cuenta los principales focos emisores de un establecimiento de hostelería y cumple con los criterios metodológicos necesarios para inscribir los cálculos en el Registro de huella de carbono de la Oficina Española de Cambio Climático (MITERD).

Por otro lado, a lo largo de este 2023, Hostelería #PorElClima ha puesto en marcha un programa innovador: la concesión de más de 100 bonos climáticos valorados en 1.000€ cada uno.

Un importe que deben invertir en implementar tecnologías que les ayuden a ganar eficiencia, reducir sus consumos y, en consecuencia, reducir sus emisiones y evitar los combustibles fósiles.

Para ello, el programa realiza una medición previa de la huella de carbono del establecimiento con el objetivo de conocer el punto de partida; elabora un informe detallado con recomendaciones y una hoja de ruta para reducir sus emisiones, además de seleccionar con el establecimiento la tecnología que se implementará con el bono climático.

Un año después se vuelve a realizar la medición de huella de carbono para calcular la reducción de emisiones conseguida. Además, Coca-Cola se compromete a compensar las emisiones restantes que no pueden ser reducidas.

Este programa tiene como objetivo realizar una intervención directa en el propio establecimiento hostelero para ayudar a la reducción de emisiones generadas con su actividad. Además, obtiene datos reales de emisiones del sector y podrá analizar el alcance de los cambios que se realizan.

Restaurante Ovillo, un ejemplo de sostenibilidad ambiental

Ovillo, el restaurante del chef y empresario Javier Muñoz-Calero, ubicado en Madrid, es un ejemplo del compromiso de la hostelería española con la acción climática.

De las 56 medidas que puede implementar un establecimiento para reducir su huella de carbono, Ovillo ya ha puesto en marcha 43 de ellas, lo que representa un nivel de cumplimiento del 77%. De este modo, el restaurante madrileño se ha convertido en un ejemplo de profesionalización, eficiencia y compromiso ambiental.

Diseñado desde el inicio bajo criterios de eficiencia energética y ahorro de costes, Ovillo ha apostado por innovadoras iniciativas como un sistema de recuperación de agua de lluvia que les permite reutilizarla, siempre bajo criterios de calidad y seguridad alimentaria definidos por el MAPA, en baños, para lavar platos o incluso para regar sus plantas.

Además, cuenta con una compostadora eléctrica, que, junto al diseño de técnicas y menús de aprovechamiento, su política de reducción de desperdicio alimentario y la valorización, reciclaje y reutilización de envases, les está permitiendo reducir a mínimos sus residuos.

En concreto, Ovillo es capaz de compostar en un año 1.400 kg de residuo orgánico, lo que le permite evitar la emisión de casi una tonelada de CO2. O lo que es lo mismo, el equivalente a las emisiones de un vuelo ida y vuelta Madrid- Moscú.

Todo ello, sumado a un uso de energía eléctrica de origen renovable, ha permitido a Ovillo lograr unas emisiones prácticamente nulas.

«Si queremos seguir impulsando la gastronomía española debemos seguir avanzando y trabajando, no sólo por poner sobre la mesa propuestas cada vez más innovadoras, sino por aplicar la innovación en nuestros establecimientos para ser más eficientes y responsables, creando una experiencia diferencial y redonda para nuestros comensales», señala Según Muñoz-Calero,

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