El 80% de bares y restaurantes de la Asociación de Comerciantes del madrileño barrio de Lavapiés no abrirá antes del 30 de junio; no les es rentable por los límites de aforo. Son locales muy pequeños, la mayoría sin terraza, que lo tienen muy difícil para sobrevivir. Su grito es el de otros muchos pequeños establecimientos hosteleros de todo el país.

Profesionalhoreca, calle Argumosa de Lavapiés
La popular calle Argumosa de Lavapiés, normalmente llena de terrazas, hoy vacía

La hostelería de Lavapiés da el verano por perdido. Más del 80% de los bares y restaurantes integrados su asociación de comerciantes no abrirán hasta pasado el 30 de junio… si es que llegan a hacerlo. “No les resulta rentable abrir en la desescalada debido a los límites de aforo”, explica María Esteban, presidenta de la Asociación de Comerciantes de Lavapiés. Apenas un 5% de los negocios sacará su terraza a la calle el 25 de mayo con un 50% de aforo, con el pase de la Comunidad de Madrid a la fase 1. El 11’8% lo harían en la fase 2, y un 3% en la fase 3. El 80% restante sólo reabriría una vez finalizada la prórroga por fuerza mayor de los Ertes. Los mismos hosteleros lo explican:


“En estas condiciones la mitad de la hostelería del barrio corre peligro de muerte”, alerta Guillome Glavoix, propietario de La Playa de Lavapiés en la popular calle Argumosa, que seguirá prácticamente vacía. El 80% de los establecimientos afrontará otras seis semanas sin ingresos y con gastos fijos elevados, como el alquiler de los locales. “Sin alternativas reales para generar ingresos, ya damos el verano por perdido”, advierte Jaime Fernández, socio propietario de Tasca Barea, uno de los cientos de pequeños bares del barrio sin terraza. “Sólo un 25% tiene terraza, con un aforo medio de cinco mesas para unas 20 personas”, subraya Mercedes Saracho, gerente de la asociación. “La mayoría sólo dispone de barra y unas pocas mesas dentro. Calculamos que un 50% puede echar el cierre definitivamente”.

“El aforo propuesto es incompatible con la apertura, nos abocamos a un cierre masivo”, explica Antonio Amago, propietario de La Musa de Espronceda. Por su parte Alicia Cid, propietaria de Como vaca sin cencerro, explica que Lavapiés es un entramado de calles estrechas y en cuesta: al igual que otros cascos históricos, el 90% de su tejido hostelero lo integran pequeños negocios familiares que sólo viven de la barra.

Salvar la hostelería

En un intento de salvar la hostelería de Lavapiés, la asociación pide que los trámites de concesión de licencia para la apertura y ampliación de terrazas no se alarguen más de 15 días. La Comisión de Terrazas de Hostelería y Restauración del Ayuntamiento de Madrid se ha comprometido a agilizar las nuevas licencias de apertura, pero se estima una duración mínima de tres meses para todo el proceso, entre el diseño del proyecto y su aprobación por Movilidad y junta municipal.

Una vez desechada la opción inicial de Declaración Responsable propuesta por los hosteleros, “las licencias no van a valer para nada, porque terminarán muy tarde”, asegura Beatriz Domínguez, socia de Madre Flaca. Además, la asociación calcula que el propietario invertirá “unos 1.200€ de media” entre los costes del propio proyecto de terraza, la colocación de tarimas para parkings… “Un gasto que agrava aún más nuestra falta de liquidez, sin que nos aseguren la concesión o que ésta llegue a tiempo”, explica Beatriz.

Sin opciones inmediatas de sacar mesas o barra fuera, o de ampliar el aforo interior, los numerosos locales sin terraza no abrirán en todo junio. A su vez, muchos de los que tienen terraza tampoco abrirán en ninguna de las tres fases al no resultarles rentable con un 50% de aforo, salvo que les permitan ampliar horarios y el espacio de la terraza. La asociación reclama alternativas para “muchos pequeños bares familiares sin terraza, que corren el riesgo de no volver a abrir”.

A su vez, hosteleros y comerciantes ruegan “más paciencia y tolerancia” a sus vecinos ante una posible ampliación de sus horarios y espacios. “Nos comprometemos a respetar el descanso del barrio, pero sólo así conseguiremos volver a contratar a todos nuestros trabajadores”, explican en una carta dirigida a sus vecinos.