La implementación de la inteligencia artificial en los buffets de comida puede reducir el desperdicio de alimentos y contribuir a la sostenibilidad medioambiental, además de mejorar la gestión de inventario y la rentabilidad de los restaurantes.

La implementación de la inteligencia artificial (IA) en los bufés de comida puede ser una solución efectiva en hoteles y restaurantes para ahorrar costes, reducir el desperdicio de alimentos y minimizar el impacto medioambiental, según explican desde Datarmony, consultora especializada en el dato y el machine learning.

Los algoritmos analizan los patrones de consumo de los clientes, «y con estos datos los propietarios pueden ajustar sus compras y la cantidad de alimentos que ofrecen, evitando así desechar la comida sobrante». señala Enric Quintero, CEO de la misma.

Con estos datos, los establecimientos pueden ajustar sus compras, la cantidad de alimentos que ofrecen y optimizar su disposición en el local para no tirarlos por falta de frescura o caducidad.

La inteligencia artificial permite además a hoteles y restaurantes aprovechar mejor sus recursos, mejorar la gestión de su inventario y reducir su impacto ambiental.

En este sentido, la IA puede ayudar a mejorar la seguridad alimentaria y garantizar un consumo más sostenible.

Además de su impacto medioambiental, la reducción del desperdicio de alimentos puede tener un impacto positivo en la rentabilidad de los bufés. Según el CEO de Datarmony, si un buffet logra reducir su desperdicio de alimentos con soluciones como la inteligencia artificial puede ahorrar recursos en la compra y producción, lo que se traduce en una mayor rentabilidad, tanto financiera como de recursos humanos.

Según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (ONUAA), en el mundo se desperdicia el 17% de la producción total de alimentos, lo que supone entre el 8 y el 10% de las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero y contribuye al cambio climático y a la degradación del medio ambiente.