El mercado de la restauración en España se venía recuperando progresivamente tras el confinamiento, pero el aumento de rebrotes en las últimas semanas le ha hecho frenar en seco: las ventas retroceden a niveles de junio y se situaban a finales de agosto al 53% de la media pre-Covid.

Son datos de la firma de investigación de mercados The NPD Group, que muestran que al cierre de la semana 34 (domingo 23 de agosto), el gasto de los españoles en bares, cafeterías y restaurantes se situaba al 53% de los niveles que registraba antes del confinamiento. Esto representa un retroceso de diez puntos en comparación con la primera semana de julio, cuando se alcanzó el pico de consumo de este verano, y lleva el nivel de ventas del sector al punto más bajo desde el fin del estado de alarma, a finales de junio.

Se han perdido dos meses de crecimiento, no sólo de ventas, sino también de construcción del negocio, de recuperación de visitas de los clientes a los restaurantes y, lo que es más importante, de regeneración de la confianza del consumidor, una situación que afecta a la rentabilidad de todos los niveles de la industria”, señala Javier García, experto en restauración de The NPD Group.

Por canales, los restaurantes de servicio rápido y los bares de tapas han mostrado una mejor recuperación a lo largo del verano y han llegado a rescatar entre el 70% y el 80% del negocio previo al confinamiento. Sin embargo, son precisamente estos segmentos los que mas han sufrido por el aumento de contagios en agosto.

Por su parte, la recuperación ha sido más moderada en los restaurantes de servicio completo y las cafeterías, que a finales de agosto lograban reconstruir alrededor del 50% de su negocio. “Esto se debe a que estos canales dependen de un consumidor más sénior, con menor propensión a consumir fuera de casa en el contexto actual”, señala el consultor de The NPD Group.

Las cenas se reactivan

Los españoles han vuelto a consumir en establecimientos de restauración sobre todo en las cenas, el momento de consumo que muestra la mejora más sólida del mercado, con unas ventas semanales que en agosto han alcanzado dos tercios de los niveles pre-Covid

El resurgir de las cenas viene apoyado por la fortaleza del delivery o entrega a domicilio, un servicio que creció de forma destacada durante la cuarentena y que este verano ha llegado a situarse en términos de ventas semanales hasta 30 puntos por encima de los registros previos al estado de alarma.

Objetivo: recuperar la confianza

El distancia entre el consumo en el local y la compra de comida preparada para tomar en casa aún es amplia, lo que refleja que todavía hay reticencia entre algunos consumidores a comer y beber dentro de los establecimientos. De hecho, en las últimas semanas de agosto ha crecido no solo el consumo en casa, sino también fuera, en la calle.

“La breve recuperación mostrada tras el fin del estado de alarma a finales de junio y primeras semanas de julio arrojan pruebas consistentes sobre el deseo del consumidor de volver a retomar su estilo de vida y disfrutar parte de su ocio en bares y restaurantes. Sin embargo, todo gira en torno a que el consumidor, actualmente muy inseguro, recupere su confianza. Recuperar la confianza del consumidor es esencial para generar crecimiento en todos los niveles de la industria”, subraya Javier García. Los rebrotes, y sus consiguientes restricciones, no lo ponen nada fácil…