Con todo el turismo paralizado por la pandemia, Rusticae alerta sobre el daño irreversible que puede sufrir el sector en términos generales y el turismo rural en particular si persisten las restricciones de movilidad durante mucho más tiempo.

Isabel Llorens, fundadora de este club de selección de hoteles con encanto, muestra su preocupación por la manera en la que las restricciones a la movilidad están afectando a los establecimientos del turismo rural.

“Somos conscientes de la importancia de preservar la salud ante todo, pero creemos firmemente que esto es perfectamente compatible con la continuidad de nuestra actividad”, explica, y recuerda que el turismo responsable y respetuoso que promueve Rusticae no es el foco de ninguno de los rebrotes. “Todo lo contrario, se ha demostrado que nuestros hoteles, casas de alquiler completo y apartamentos no solo están cumpliendo de manera exhaustiva todas las medidas de seguridad, sino que han hecho importantes inversiones para cumplir con todos los requisitos y han demostrado que son lugares seguros”.

Aunque no hay obligación de cerrar los establecimientos hoteleros, para ellos no es viable continuar abiertos. “Esa es la paradoja de toda esta situación. ¿Qué sentido tiene mantener abierto un hotel de diez habitaciones en una población de mil habitantes que sufre un cierre perimetral?”, se pregunta la fundadora de Rusticae.

La preocupación de esta marca, que fue pionera en el desarrollo del turismo rural en España y de todos los valores asociados a esta actividad, “no solo tiene que ver con salvar la temporada, ni siquiera el nefasto año que padecemos. Nuestro miedo es que esta situación provoque un retroceso en los logros que el turismo en este país ha conseguido durante los últimos años”.

A pesar de ello, la postura de Rusticae frente a esta crisis sanitaria siempre ha sido esperanzadora, y tiene claro que el turismo rural tiene más sentido ahora que nunca.

Llorens pone como ejemplo de buen hacer a las islas Canarias, que han establecido protocolos específicos para que el turismo pueda seguir siendo el motor de su economía. “Por ello entendemos que está justificado y es razonable que se apliquen estas mismas medidas accesibles y asequibles, mientras existan las restricciones de movilidad, para salvar al turismo de proximidad, que tanta riqueza y valor genera en su entorno más cercano”.

Viajar tiene un efecto terapéutico, “en estos momentos más necesario que nunca” y para hacerlo con seguridad se deben establecer protocolos similares a los de Canarias, “así como todo lo que sea necesario para que el turismo no se pare y vuelva a generar riqueza, porque es una actividad primordial para que muchas regiones inicien su recuperación”, asegura.