El sector español del ocio nocturno pide un plan de rescate de 800 millones tras registrar pérdidas de 2.850 millones después de un año de cierre por la pandemia. Cada discoteca acumula pérdidas de más de 300.000 euros, que quedan en 150.000 en los casos de bares de copas o salas de conciertos.

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Cada discoteca acumula pérdidas de más de 300.000 euros, que son de 150.000 en los casos de bares de copas o salas de conciertos

La Federación Nacional de Empresarios de Ocio y Espectáculos (España de Noche) ha exigido al Gobierno un plan de rescate por valor de 800 millones de euros, tras registrar unas pérdidas de 2.850 millones de euros por el cierre obligatorio de locales debido al coronavirus. El objetivo es compensar la caída de la facturación tras prácticamente un año de cierre, que cifran en 16.800 millones de euros, un retroceso del 84%.

Las cifras hablan por sí solas. Cada discoteca acumula pérdidas de más de 300.000 euros, que son de 150.000 en los casos de bares de copas o salas de conciertos, mientras que el nivel medio de las ayudas no supera los 5.000 euros por empresa, explican desde España de Noche. Según los últimos datos del estudio de «Impacto del coronavirus en el ocio nocturno y los espectáculos», ya han cerrado ya un total de 4.933 locales de ocio en España, el 29,8% de los 16.500 que existían en marzo de 2020. Si antes del verano no se reabren los establecimientos o se inyectan ayudas directas, advierten que el 70,2% de las pymes desaparecerá en primavera.

La patronal del ocio nocturno denuncia también el abandono que el sector sufre por parte de las Administraciones y exige una compensación económica «urgente» ante la grave situación, a la vez que resalta las escasas ayudas existentes para una actividad que lleva cerrada un año.

España de Noche ha hecho una valoración de todas las ayudas directas que las comunidades autónomas han puesto en marcha hasta el momento y señala que Cataluña es la región que más ha protegido a las empresas de ocio, cultura y espectáculos, seguida de Galicia, Murcia y la Comunidad Valenciana, mientras que en el lado opuesto figuran Baleares, La Rioja, y Castilla y León, cuyos gobiernos «han marginado al ocio nocturno en sus ayudas».