La cadena de poke espera pasar de sus 12 establecimientos actuales a 35 a finales de 2022, consiguiendo que los restaurantes propios incrementen hasta el 20% su representación frente a los franquiciados, y superar los 8 millones de euros de facturación.

La marca Urban Poke se ha convertido, apenas un año después de su fundación, en una opción para consumidores que buscan una alternativa saludable a la comida rápida convencional con sus powebowls frescos y sabrosos.

Tras el éxito experimentado en Madrid, Alicante y Barcelona, en 2022 planea continuar con la expansión de su modelo de negocio, reforzando su presencia en la Comunidad de Madrid (en el barrio de Las Rosas, Coslada, Tres Cantos y Alcorcón, entre otros), donde ya cuenta con 10 locales en funcionamiento entre la capital y otras localidades como Alcobendas, Alcalá de Henares, Valdemoro, Boadilla del Monte, Villanueva de la Cañada, Móstoles, Rivas-Vaciamadrid o Paracuellos del Jarama, y llevar su modelo combinado a otras zonas de España como Valencia, Valladolid y otras aún en vías de negociación.

Además, Urban Poke está a punto de dar el salto fuera de la Península con la inminente apertura en Puerto de la Cruz (Tenerife), un enclave estratégico para la marca. A este primer espacio en Canarias le seguirán otras cinco inauguraciones durante el primer trimestre de este año.

Con este plan de expansión, la marca espera terminar 2022 pasando de los 12 a los 35 locales en todo el país, dando empleo a más de 200 personas, y logrando que los restaurantes propios incrementen hasta el 20% su representación frente a los franquiciados. De este modo la cadena estima superar los 8 millones de euros de facturación al finalizar 2022

«En sólo un año, Urban Poke ha logrado convertirse en una de las cadenas de restauración mejor valoradas de España a nivel global», señala Eusebio Aquilera, CEO de la cadena. «Lo hemos conseguido combinando una ambiciosa estrategia de expansión comercial y un extraordinario nivel de exigencia hacia la calidad del producto y del servicio. El hecho de que este grado de presencia y penetración en el mercado se haya alcanzado, además, en un período tan convulso para la hostelería, supone una enorme satisfacción y el impulso que necesitamos para seguir sumando éxitos en el nuevo año».

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